Creer es poder y es lo que está haciendo el Amorebieta con todas sus fuerzas. Decidido a complicar la vida al máximo a cada rival para mantener más vivo que nunca el sueño de una permanencia que llegó a parecer una quimera, el conjunto azul dio un nuevo paso de gigante anoche gracias a su victoria ante el Levante a domicilio con remontada incluida. Fuera de los puestos de descenso a la espera de los resultados que firmen sus rivales directos, los vizcainos se valieron de sendos goles de Jauregi y Unzueta y de una nueva exhibición de Magunagoitia para hacer el camino de vuelta a casa con otros tres puntos de oro.

Con cuatro triunfos y un empate en las cinco últimas jornadas, el Amorebieta afrontó la visita al Ciutat de València con la vuelta de un pilar como Bustinza a la alineación en detrimento de Mier, además de la entrada de Edwards por el ausente Morcillo. Consciente de la importancia de sumar de tres en tres en cada envite, los azules buscaron de saque la portería rival aceptando así un intercambio de golpes del que ya pudieron salir bien parados en una primera mitad en la que el marcador no se movió. Si bien el mando del partido lo tuvo un Levante que coleccionó un puñado de ocasiones de gol en los primeros 45 minutos, los acercamientos más peligrosos los protagonizó el Amorebieta, que perdonó hasta dos goles cantados antes del paso por vestuarios.

Después de que los granotas se toparan con el larguero de la portería zornotzarra en el minuto 3 en un chut lejano y de que Magunagotia se luciera acto seguido con dos grandes paradas tras sendos rechaces, los de Jandro Castro acariciaron el 0-1 por partida doble. Primero Edwards, con un cabezazo forzado en boca de gol que envió fuera con todo a favor, y Jauregi después con un disparo a placer y sin oposición desde el punto de penalti que salvó el guardameta Andrés Fernández con una magnífica intervención, tuvieron la oportunidad de poner por delante a un equipo que no se creyó que ninguno de los dos balones acabara en el fondo de las redes. Respiró aliviada la afición local, que veía como el Amorebieta se subía sin rubor alguno a las barbas de un Levante incapaz de sacar tajada a un dominio territorial que no incomodaba en exceso a los vizcainos.

Magunagoitia, con otra fantástica mano a disparo de Brugué desde la frontal del área, puso el sello a una primera mitad que dejó todo abierto en medio del palpable agobio de la hinchada levantinista. Los granotas, incapaces de imponerse al Amorebieta en los dos partidos previos disputados entre ambos equipos esta temporada, saldados con empate en Lezama en la primera jornada de liga y con victoria por la mínima de los azules en el mismo escenario de anoche en la Copa, mantuvieron su guion de partido tras la reanudación. Lo mismo hizo el Amorebieta, que apostó eso sí por un repliegue aún más intensivo que amenazó con irse al traste en el minuto 65.

Golpe y reacción

Fue entonces cuando los hombres dirigidos por Felipe Miñambres, en su primer acercamiento con cierto peligro en el segundo acto, encontraron el premio del gol gracias a un zurdazo seco de Pablo Martínez ante el que nada pudo hacer Magunagoitia. El golpe pudo lastimar la confianza de los azules, pero nada más lejos de la realidad. La respuesta fue inmediata. Solo tres minutos tardó Morán en ponerse el traje de asistente para encontrar a Jauregi dentro del área, en la zona del gol, para que el delantero no perdonara en esta ocasión y devolviera las tablas al luminoso.

Goleador en tres de las cuatro últimas jornadas, el de Mujika volvió a poner las cosas en su sitio antes de que Unzueta le relevara en el minuto 87. El cambio tuvo premio, pues dos minutos después el de Abadiño firmó un gol de bandera al culminar con éxito un contragolpe que lideró en solitario para hacer el 1-2 y desatar la euforia en el banquillo zornotzarra. Faltaba, eso sí, la última manopla salvadora de la noche de un espléndido Magunagoitia, quien echó la persiana a un partido que vuelve a impulsar a los azules.