El Madrid sobrevive en Alemania

Real Madrid 1

LEIPZIG: Gulácsi; Henrichs (Min. 75, Haidara), Simakan, Klostermann, Orbán, Raum; Schlager (Min. 90, Kampl), Olmo (Min. 75, Elmas), Simons; Sesko y Openda (Min. 75, Poulsen).

REAL MADRID: Lunin; Carvajal, Nacho, Tchouameni, Mendy; Camavinga, Kroos, Valverde; Brahim (Min. 84, L.Vázquez), Rodrygo (Min. 84, Joselu) y Vinícius.

Gol: 0-1: Min. 48; Brahim..

Árbitro: Irfan Peljto (BOS). Amonestó con tarjeta amarilla a Simakan, Poulsen y Sesko en el Leipzig, y a Carvajal y Vinícius en el Madrid.

Incidencias: partido disputado en el Red Bull Arena ante 45.028 espectadores.

El Real Madrid ganó por 0-1 en su visita al Leipzig gracias a un golazo de Brahim Díaz y a una destacada actuación de Lunin, y se llevó así la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.

En esta cita del Red Bull Arena, pronto empezó la actividad y a su vez apareció la polémica. A los dos minutos, tras un saque de esquina, Schlager enganchó desde la frontal una volea con la zurda que botó en el césped y cabeceó a gol Sesko, en una mala salida de Lunin mientras la posición de Rodrygo habilitaba al rematador. Sin embargo, el árbitro consideró que un fuera de juego posicional de Henrichs molestaba al portero, pese a no estar en su campo de visión ni en la trayectoria del balón.

Decidieron seguir valientes, atacando con garbo ante una pareja de centrales poco compenetrada. Sesko buscó las cosquillas a la espalda de Nacho y de Tchouaméni. Los pupilos de Ancelotti respondieron en un córner, primero con un cabezazo sin éxito de Tchouaméni y en la continuación con un tiro raso de Camavinga. Pero aparte de eso, el equipo local apenas sufrió atrás durante la primera mitad.

Rompió esa dinámica un par de arreones guiados por Brahim Díaz, que en el 44’ filtró un buen pase a Vinicius para que éste rematase de primeras, desviado. Tras el descanso, fue Brahim quien miró en su chistera para fabricar el 0-1. El ex del AC Milan se perfiló para rematar con la zurda y su disparo voló cerca de la escuadra.

El Leipzig se topó con Lunin varias veces y el conjunto blanco empezó a oler sangre. Corría riesgos su adversario, así que los espacios empezaron a brotar para que Rodrygo o Vinicius amenazasen con cabalgadas. En uno de esos lances, Vinicius hizo un recorte y remató; la pelota se estrelló en la cepa del poste.

Rose movió el banquillo, insufló ánimo. Simons ejecutó una volea desde fuera del área y luego Sesko tuvo el empate en un derechazo fuerte casi en el área pequeña. El gran desempeño del Lunin era la buena noticia para Ancelotti, mientras que una lesión muscular de Brahim supuso el lado negativo. El equipo alemán lo intentó, pero sin combustible.