Luis Quintero ya es historia en el Amorebieta, donde el joven jugador, que recaló el pasado verano en Urritxe en calidad de cedido por el Villarreal, no ha cuajado como se esperaba. La irrupción del extremo, de origen colombiano, fue llamativa en pretemporada, donde ofreció interesantes prestaciones en varios encuentros amistosos, pero que no tuvieron continuidad durante la competición oficial en LaLiga Hypermotion. Así las cosas, Quintero, que ocupa plaza sub’23 y que ayer tarde aterrizó en A Coruña, da un pequeño paso hacia atrás para ejercer en el Deportivo, quinto clasificado del grupo I de Primera RFEF, donde compite el Sestao River, para reinventarse en una categoría inferior, pero con el atractivo reto de lograr el ascenso en un club histórico que no vive precisamente uno de sus mejores momentos.

El extremo alicantino, de solo 19 años de edad, cierra su corta etapa como jugador azul después de participar en veinte encuentros entre liga y Copa, si bien solo ha sido titular en cuatro de ellos, con una suma de minutos que se eleva a 494 minutos y sin ver puerta en ocasión alguna.

Camero, lesión grave

Por su parte, las malas sensaciones sobre la lesión que sufrió el sábado Mario Camero, defensa del Sestao River, durante el encuentro que su equipo jugó en El Toralín frente a la Ponferradina, líder del grupo I de Primera RFEF, se cumplieron ayer martes cuando se conoció el diagnóstico definitivo de una dolencia por la cual el jugador cedido por el Real Madrid podría perderse lo que resta de campaña a tenor del parte médico desvelado por el club verdinegro, que informa de “una rotura parcial longitudinal doble en el tendón conjunto semitendinoso-cabeza larga del bíceps” y añade que se “trata de una lesión de larga duración y su vuelta la marcará su evolución”. Camero, que el próximo 18 de febrero cumplirá 20 años, ha jugado siete partidos, seis de ellos titular.