Es una historia que se repite. Ya en demasía para los intereses de un Amorebieta empeñado en autoflagelarse. El conjunto azul sigue sin sacar la cabeza del pozo cuando le toca comparecer lejos de Lezama y lo sucedido el domingo en el Martínez Valero no hace más que acentuar la debilidad de un equipo que no para de perder credibilidad como visitante. Los números, en este caso, son demoledores. El colectivo de Haritz Mujika sufrió una nueva derrota a manos del Elche a causa de su impericia ante la meta rival y de los despistes defensivos en acciones puntuales. Un cóctel que resulta fatídico en una categoría tan exigente como es LaLiga Hypermotion, que bien lo conoce el equipo zornotzarra y que, sin embargo, insiste en caer en los mismos déficits que le convierten en ese alumno incorregible. La derrota que el Amorebieta encajó en terreno franjiverde se explica en las ocasiones desperdiciadas ante la meta de un inspirado San Román y en desajuste a la hora de defender un córner que rentabilizó Mario Gaspar, que ha completado casi toda su carrera en el Villarreal y que, para más inri, encadenaba cinco temporadas consecutivas sin ver puerta. Un tanto que acabó por noquear a los azules aunque tuvieran alguna opción más de batir la meta alicantina.

Lo cierto es que el Amorebieta saca los mismos beneficios como foráneo que una paragüería en el desierto de Atacama. O sea, prácticamente nada. De hecho, es el conjunto más goleado lejos de su feudo, ya que ha encajado 21 tantos en nueve desplazamientos, 2,3 tantos por partido, lo que no le deja en buen lugar. Es más frágil en esta faceta que el Cartagena y Alcorcón, los dos últimos clasificados, y que el Mirandés, los tres equipos que más reciben de LaLiga Hypermotion, un desequilibrio que explica la complicada situación de los de Mujika, inmersos en puestos de descenso cuando se han consumado ya 17 de las 42 jornadas totales. El cuerpo técnico y el vestuario se habían conjurado para ofrecer fiabilidad en sus viajes, pero esta no llega con el paso de los partidos. Tanto es así que el Amorebieta solo ha sido capaz de arañar dos puntos de 27 posibles en sus nueve compromisos exteriores, por lo que es el segundo peor equipo como visitante, solo superado en esta estadística por el Burgos, que únicamente ha firmado un empate frente a siete derrotas cuando ha jugado a distancia de El Plantío. Paradójicamente, el Burgos visita el domingo Lezama y, si se echa mano de los datos, es el rival más propicio para que el conjunto azul, que recupera para ese duelo a Álvaro Núñez y Kwasi Sibo –ausentes en el Martínez Valero por sanción–, selle su cuarta victoria de la temporada y que necesita para acercarse al objetivo de escapar de la zona de descenso.

El choque ante el conjunto de Jon Pérez, Bolo aún queda un pelín lejos y en el entorno zornotzarra se sigue dando vueltas a la ocasión de sumar puntos desperdiciada en Elche. El propio Mujika encarnó esa desazón durante la rueda de prensa pospartido. “Nos vamos con mal sabor de boca. El equipo ha hecho muchas cosas bien, pero nos vamos con cero puntos. Esta es la realidad. Hemos defendido bien, hemos tenido ocasiones, pero cuando perdonas tanto en un campo como este y ante un equipo con tanta calidad, al final una acción a balón parado… Tenemos que seguir por este camino, no queda otra”, reflexionó el técnico, que insistió durante su intervención en el término eficacia para argumentar la suerte de su equipo. “La diferencia ha estado en la eficacia en el área nuestra y en la rival. Incluso con el 1-0 hemos tenido otra de Quintero que el portero ha parado”, apuntó el pasaitarra, que se queda con las buenas sensaciones ofrecidas por sus pupilos pese a la derrota: “ Ya sabíamos que iba a ser complicado el partido ante un Elche que jugaba en casa, tenían esa necesidad de ganar. Ha trabajado bien, no se ha puesto nervioso y nosotros hemos tenido nuestras ocasiones con balones a las espalda que les podíamos haber hecho daño. Luego el Elche ha madurado el partido, el fútbol son detalles y el balón parado cuando no se tiene ocasiones te abre el partido, de ahí su importancia”.