Estará contento de su vuelta a los banquillos, ¿no?
—Sí. En el anterior proyecto, en el Portugalete, hicimos play-off y por una serie de cosas llevaron a mi destitución. Al final, el buen hacer me ha llevado a Gernika. El director deportivo y la directiva se fijaron en mí para un nuevo proyecto y estoy muy contento y agradecido que de piensen en mí para esta temporada y que podamos trabajar de la mano para sacar el máximo beneficio posible.
Esta Segunda RFEF parece haberse convertido en una categoría de máxima exigencia.
—Dentro de la exigencia está tu autoexigencia, que es muy grande. Hay que ir partido a partido, aunque sea una frase muy típica, pero sin ningún alarde de objetivos. Vamos a trabajar con la plantilla que hemos trazado y creo que vamos a ir compitiendo semana a semana para ver el objetivo real que alcanzamos. Estamos contentos con el plantel de jugadores que hemos conseguido para este año y trabajo, trabajo y más trabajo, que es lo que podemos ofrecer.
Entonces, ¿rehuye marcarse un objetivo?
—Buscamos que los jugadores sepan desenvolverse dentro del campo en diferentes situaciones y eso es lo que vamos a llevar a cabo. Los objetivos se van trazando día a día, porque al final estamos en un fútbol un poco dinamitado. Todos luchan por estar arriba y las dinámicas, las temporadas y el día a día te van marcando el sino de tu trayectoria.
¿Tiene la plantilla que deseaba?
—En principio, estamos contentos. Si viene algo para mejorar, bienvenido sea, pero estoy contento en líneas generales. Todos van a ser importantes. Dieciocho o veinte jugadores van a tener roles importantes durante el año y con ellos trabajaremos al máximo. Tras un gran trabajo del director deportivo, Edu Abad, el presidente y los demás que hemos convencido a la mayoría de los jugadores y ahora toca trabajar con ellos. No hay otra historia. Es fútbol y trabajo diario. Corregir y mejorar y ese va a ser nuestro objetivo. La flecha está arriba marcada y cada día mejorar y mejorar y ser cada día más competente para el fin de semana.
Tiene el listón muy alto tras el ‘play-off’ que consiguió Aitor Larrazabal
—Nosotros vamos a ir partido a partido y vamos a pelear todo. La competición te pone en su sitio. El año pasado empezaron abajo y luego con una racha muy buena llegaron a posiciones de arriba y fueron a más. Si empezamos mejor, bienvenido sea, porque es lo que queremos. No me planteo el listón, porque es fútbol y, a raíz de nuestro presupuesto, en principio, el objetivo es lograr cuarenta puntos y luego lo que venga. Ojalá se pueda hacer un año tan bonito como el pasado, pero es complicado y el grupo se va endureciendo un poco más después de la reestructuración que se hizo. Vamos a tener una exigencia máxima. No tenemos el objetivo trazado de estar arriba, aunque ojalá podamos
¿Y por parte del club se le ha impuesto algún objetivo?
—No. Dentro del presupuesto que hay hemos fichado lo que hemos podido y estoy muy contento y tenemos que hacer una gran piña para crecer. Evidentemente, salvarnos y de ahí para arriba, que hagamos una temporada bonita y empecemos bien. La autoexigencia, toda la del mundo. Sin duda.
¿En Urbieta se deben marcar diferencias?
—Yo siempre que he venido como rival a Urbieta me ha costado y en cuanto te has dado cuenta te han sorprendido. Salir fuertes en casa y al final eso te lleva a estar en la parte noble. Vamos a tratar de ello, sí o sí.
¿Qué rivales directos prevé en el grupo?
—No lo tengo claro. Pero Bilbao Athletic, Barakaldo, Logroñés, Tudelano, Alavés B… hay equipos muy fuertes. Es un grupo que se va endureciendo más y va a ser complicado. No sé hablar de rivales porque las dinámicas son muy importantes, pero habrá también revelaciones, a ver si somos una de ellas y peleamos por lo máximo. l