Mientras el planeta fútbol, aún ojiplático, intentaba digerir su majestuosa exhibición en la vuelta de los octavos de final de la Champions League, habiendo marcado cinco de los siete goles que su Manchester City la había endosado al RB Leipzig, Erling Braut Haaland, con una sonrisa de oreja a oreja, concedía en la banda una entrevista a CBS Sports. Cuestionado por su histórico partidazo, el delantero noruego de 22 años mostró ante los micrófonos el mismo espíritu depredador del que hace gala cada vez que ronda una portería rival. “Creo honestamente que podría haber marcado seis o siete goles porque en el primer tiempo tuve un par de ocasiones en las que no estuve acertado. Además, quién sabe lo que podría haber pasado si hubiese seguido en el campo -Pep Guardiola decidió sustituirle en el minuto 63-”, aseguró, totalmente convencido de las palabras que salían de su boca, lanzando además un aviso a navegantes sobre su desbordante ambición: “Creo que tengo la obligación de intentar llegar siempre a más, de mantenerme hambriento. Habiendo marcado cinco goles tienes que estar contento, pero hay que querer siempre más”.

Los registros goleadores de Haaland mezclados con su precocidad son sencillamente de otro planeta. En los 25 encuentros de Champions que ha disputado en su fulgurante carrera suma 33 goles. Con ese número de duelos disputados, los registros de los máximos artilleros de la mejor competición continental son los siguientes: 15 de Robert Lewandowski, 13 de Karim Benzema, 12 de Leo Messi, 11 de Raúl González y cero para Cristiano Ronaldo. Es en otro epígrafe donde sus números no tienen comparación, el de los goles por partido en la Liga de Campeones. Haaland marca 1,32 por cita mientras que ningún otro futbolista entre los 50 máximos artilleros de la competición llega al gol por encuentro. Gerd Muller, con 34 en 35 partidos, se quedó en 0,97, Robert Lewandowski está en 0,82, Leo Messi luce 0,79 y Cristiano no pudo pasar de 0,75.

Dentro de la clasificación global de la Champions que lidera Cristiano Ronaldo con 140 goles, Haaland y sus 33 dianas figuran ya en el puesto 23, igualado con Fernando Morientes. Con su mágica noche ante el Leipzig superó de una tacada a ilustres de la talla de Paco Gento, Ryan Giggs, Roy Maakay, Samuel Eto’o, Kaká, Wayne Rooney o Arjen Robben y tiene inmediatamente por delante a Torpedo Muller (34), Edinson Cavani (35), Ferenc Puskas (36) y su imponente figura rubia aparece ya en el espejo retrovisor de Kylian Mbappe, autor de 40. Su siguiente hito individual podría radicar en superar los 17 goles que firmó Cristiano en la campaña 2013-14 en la máxima competición continental. Lleva diez en seis citas y en el mejor de los casos podría disputar cinco más.

VORACIDAD

Desde que llamara la atención con aquel encuentro del Mundial Sub’20 de 2019 en el que marcó nueve de los doce goles que Noruega firmó contra Honduras, la relación entre Haaland y el gol ha sido de fidelidad absoluta. Desde su salida del Molde ha marcado 154 goles en los 152 partidos que ha disputado a nivel de clubes y poco le ha importado la camiseta que ha lucido en cada momento: 29 en 27 partidos con el Salzburgo, 86 en 89 con el Borussia Dortmund y 39 en 26 con el City. De hecho, con esa cantidad de dianas ha superado el récord de goles de su actual club en una temporada, que estaba en poder de Tommy Johnson desde hace 94 años con 38. El de goles en una Premier League como sky blue ya se lo arrebató a Sergio Agüero al llegar a 28, dos más que los logrados por el argentino. En su horizonte, la plusmarca de 33 goles de Mohamed Salah en la actual configuración de 38 encuentros de la máxima categoría del fútbol inglés o incluso los 34 de Alan Shearer o Andy Cole cuando constaba de 42 duelos.

Porque su apetito es insaciable. Tras endosarle los cinco goles al Leipzig, apuntó que “todavía puedo mejorar en todo. Por ejemplo, estoy fallando demasiado con la pierna izquierda”, destacando que “por supuesto que el club quiere ganar la Champions League. Ha ganado cuatro de las últimas cinco Premier League. No me trajeron para ganar la liga porque ya saben cómo ganarla”. Sabe que su capacidad de cara a la portería rival es un factor desequilibrante de primerísimo nivel y lo asume con naturalidad: “Mi superpoder es marcar”.