“Necesitábamos que las Llanas vibrase, se enganchase al partido y creo que los hemos conseguido”. La reflexión procede de Aitor Calle, el entrenador del Sestao River, conocedor del llamativo impacto que genera competir en casa para reforzar el liderato del conjunto verdinegro, que mantiene su cómoda distancia de ocho puntos sobre el segundo clasificado, que pasa a ser el Tarazona en detrimento del Alavés B, al que precisamente visita el domingo el River. El triunfo firmado por el líder del grupo II de Segunda RFEF sobre el Gernika, que vivía su mejor pico del curso y que se había asentado en los puestos de play-off, no hace más que acentuar su dominio y, a la vez, el efecto que genera Las Llanas en un equipo que se mueve como pez en el agua cuando compite ante los suyos.

El derbi del pasado domingo ratificó tal idilio, con su sufrido éxito sobre el Gernika. El conjunto de la villa foral fue mejor en los primeros 45 minutos, pero desaprovechó sus opciones, sobre todo en un cabezazo a placer de Antonio Salado, curiosamente el único vecino de Sestao en el césped, que sacó con una mano espectacular Hodei Oleaga, que acumula tres titularidades consecutivas para desbancar a Iván Crespo, el portero habitual hasta la fecha. En la reanudación, si embargo, resurgió el River conocido, el más eficaz, y sacó tajadas de su pegada para tumbar al conjunto de Aitor Larrazabal. Urtzi Urcelay, que se convirtió en el hombre del partido, abrió la lata y el propio Urcelay asistió después a Leandro Martínez, para que este sentenciara.

La clave del éxito del colectivo verdinegro reside en gran parte en su fortaleza en Las Llanas, donde solo ha sucumbido ante el Brea, que pelea por evitar el descenso. Desde aquel traspié ante el equipo aragonés, los de Aitor Calle han encadenado cinco victorias consecutivas en el feudo sestaoarra, con un bagaje de quince goles a favor y ninguno en contra, un dato demoledor. Es, sin más, la trayectoria que ha mantenido a lo largo de esta campaña. “Nos enfrentábamos al rival que más en forma está y se trataba de una auténtica prueba hacerlo ante un equipo con esa dinámica tan positiva”, añadió el técnico verdinegro, que insistió en el plus que aporta jugar en campo propio. Y lo manifiesta porque le avalan las cifras. El Sestao ha conseguido el 85% de los puntos posibles jugados (28 de 33) hasta la fecha en Las Llanas, donde su cosecha se eleva a nueve triunfos, un empate, el sellado ante el Alavés B, y la única derrota mencionada a manos del Brea, una estadística que habla por sí sola.

Calendario propicio

El propio Aitor Calle pone en valor el fortín de Las Llanas, como sucedió ante el Gernika, que puso las cosas muy complicadas a su equipo. “En el segundo tiempo, hemos dado una mejor versión. Hay que dar mucha importancia al triunfo, cuesta mucho ganar, un derbi que tiene una connotación especial... Los puntos cada vez valen más. Son tres puntos más, una jornada menos, y la victoria nos tiene que reforzar aún más, porque estamos en el camino adecuado y hay que celebrarlo así”, valoró el bilbaino, consciente de que el objetivo del ascenso directo a Primera RFEF se acerca para el River, pero siempre desde la prudencia y con la confianza de mantener el poderío en Las Llanas, donde le toca competir en seis de los once encuentros que restan para la conclusión de la liga regular.

En este sentido, el Sestao recibirá, en orden cronológico, al San Juan, Atlético Cirbonero, dos conjuntos que quieren huir de la zona de riesgo; Arnedo, el colista y prácticamente sentenciado al descenso; Real Sociedad C, que necesita blindar la permanencia; Beasain, que ocupa puestos de descenso; y al Izarra, situado en tierra de nadie pero que aspira aún a engancharse al play-off. Seis rivales, a priori, asequibles para un Sestao que no quiere fallar.