En estado de gracia. El Amorebieta emerge a día de hoy como uno de los conjuntos más poderosos de los 40 equipos que forman la Primera RFEF. Los números y las sensaciones no engañan, y no hacen más que retratar la constante cotización al alza de un conjunto azul que dio el domingo un nuevo golpe de autoridad en el Estadi Balear, de donde se llevó los tres puntos gracias al solitario tanto de Julen Jon Guerrero, cedido por el Real Madrid y cuyo impacto va a más a medida que transcurren las jornadas. Lo cierto es que el colectivo de Haritz Mujika superó a un Atlético Baleares situado en zona de descenso, con lo que se consolida en la quinta plaza, en play-off, con un colchón de tres puntos sobre el sexto clasificado. Así las cosas, el Amore es consciente de que puede aspirar a todo, pero para ello debe pasar la prueba del algodón a la que hará frente el domingo en Urritxe, donde, desde las 18.00 horas, recibe al Castellón, segundo clasificado y ante el que cayó derrotado en el duelo de la primera vuelta en Castalia por culpa del único tanto obra del albinegro Dani Romera. Por ello, el choque guarda una trascendencia máxima, especialmente porque la victoria podría incluso suponer un botín de cuatro puntos para los vizcainos por el matiz del gol average.

El Amorebieta, sin embargo, no quiere vender la piel del oso antes de cazarlo. Ha escalado puestos sin hacer demasiado ruido y no quiere salirse de esa línea de mesura. Ya se conoce, en el fútbol todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Hoy le toca días de vino y rosas, una bonanza que espera se prolongue en el tiempo. No en vano, el Amorebieta está invicto en las seis jornadas recorridas de la segunda vuelta liguera, un tramo en el que asoma como el mejor equipo del grupo II y solo el Celta B, en el I, presume de una marca más llamativa. El conjunto azul ha sumado 14 de los 18 últimos puntos posibles, frente a los 15 del filial celtiña, pero al margen de los números destaca los sólidos argumentos que ha exhibido desde que sucumbiera en Urritxe ante la Real Sociedad B, a la que ha igualado en puntuación, además de permitirle recortar distancias con los equipos que le preceden en la tabla, Eldense, Castellón y el filial realista. El colectivo de Mukija, sin más, ha encontrado su mejor versión, especialmente a la hora de rentabilizar sus prestaciones en ambas áreas y con una pegada cada vez más decisiva.

“un pasito más”

Una pegada que volvió a lucir Julen Jon, el hijo del mito del Athletic Julen Guerrero, que cabeceó al fondo de la red de la meta balear un exquisito golpe franco botado por Dorrio. El joven futbolista brindó su gol con una particular dedicatoria al Cadete A del Amorebieta, en el que ejerce de ayudante de Sergio Sequera y Gaizka Palomero en el cuerpo técnico. Un tanto que supone “dar un pasito adelante para mantenernos arriba”, como explicó Haritz Mujika en su comparecencia pos partido, en la que mostró un rostro risueño por la conquista de un triunfo importantísimo “en un partido en el que hemos sufrido, pero hemos estado fuertes, sólidos”.

El preparador guipuzcoano incidió en que no se trató de un duelo cómodo para sus pupilos ante un rival necesitado de puntos, pero que supieron gestionarlo. “Lo hemos sacado adelante, no nos han creado muchas ocasiones, pero sí acercamientos. Hemos estado serios, dando la cara ante un rival muy difícil”, concluyó Mujika, que tiene todos los sentidos puestos en el choque frente al Castellón, que se presentará en Urritxe tocado por la dolorosa derrota que sufrió el sábado en su visita al Intercity.