El Amorebieta ha hecho oficial este jueves la cesión hasta final de temporada de Julen Jon Guerrero (Bilbao, 2004). La perla del Real Madrid, que deja el juvenil blanco para curtirse en la Primera RFEF, se ejercitará por primera vez con sus nuevos compañeros a las órdenes de Haritz Mujika este sábado en Urritxe, con la vista puesta en poder debutar el domingo en el derbi contra la Real Sociedad B que albergará el campo zornotzarra. El equipo descansa este viernes, momento en el que será presentado a las 11.45 horas. Antes hará trabajo en el gimnasio.
Después de unos días de intensas negociaciones del club presidido por Jon Larrea con la entidad blanca, el refuerzo más mediático por estos lares de lo que va de mercado de invierno es una realidad. El hijo de Julen Guerrero, de tan solo 18 años de edad, se ha labrado una trayectoria en las categorías inferiores del Madrid (ingresó en infantiles proveniente del Málaga), lejos de la factoría rojiblanca, que le sigue muy de cerca. La llegada del mediapunta, que guarda muchas similitudes con su padre, y no solo físicas, es una operación que ilusiona tanto al director deportivo de los azules, Asier Goiria, como al entrenador del primer equipo. Seguro que desde Lezama no le pierden la pista.
El jugador, que este curso ha disputado dieciséis partidos con el juvenil A del Madrid, a las órdenes de Álvaro Arbeloa, anotando cinco goles, ha mostrado mucho interés en que la cesión llegue a buen puerto, ya que ve con agrado la posibilidad de jugar en una categoría exigente como la Primera RFEF. Será un salto cualitativo en su carrera futbolística en ciernes.
Titular habitual en las categorías inferiores de la selección española (es internacional sub’18) se había especulado en los últimos meses con la posibilidad de que Raúl González Blanco le reclutara para el Castilla, algo que no se produjo. Ahora tiene seis meses por delante para demostrar si cumple las expectativas en la misma categoría en la que juega el filial blanco.
