Ángel Gándara, Txopitea (Salamanca, 14 de abril de 1985) llega a su cita a tras dejar a su hijo, Amets, al cuidado de unos familiares durante el tiempo que se alargue su cita con DEIA, que tiene lugar en el Parque Central de Santurtzi, localidad donde reside, después de finalizar su jornada laboral y gozar de día descanso en el Leioa, club en el que milita en el grupo IV de Tercera RFEF. Txopi, como se le conoce popularmente, es prácticamente un vizcaino más desde que recalara en el Lemona en 2007. “Vivo aquí y aquí seguiré”, dice este veterano centrocampista que también ha militado en Osasuna Promesas, Orihuela, Guijuelo, dos etapas en el Lemona, Arenas, Portugalete y Somorrostro.
Diez puntos de doce posibles. No está nada mal el inicio de este Leioa, pese a su ‘pinchazo’ el domingo en Arrigorriaga.
—Hacer diez de doce no es fácil en este categoría. Teníamos el propósito de hacer un buen inicio, pero ha sido mejor de lo esperado. Es cierto que pinchamos ante el Padura por ese gol que encajamos al final del partido. Sí es un inicio ilusionante.
¿Cuál es la genética de este Leioa?
—Lo mucho que he logrado en el fútbol lo he conseguido en vestuarios implicados. Es un grupo más humano que el del año pasado, Urtzi (Arrondo) –el entrenador del Leioa– nos da mucha tranquilidad, hay muy buena comunicación entre la gente joven y la veterana, como puedo ser yo, y esa conjunción nos puede venir estupendamente.
En su plantilla hay muchos futbolistas curtidos en estas lides. ¿Ese grado de experiencia les hace ser unos de los favoritos del grupo?
—Experiencia, no cabe duda, sí que hay. Es un dato a favor, sobre todo para un determinado tipo de partidos en los que sacas puntos que a lo mejor con esa falta de experiencia no los sacas. Nos viene bien tener esos jóvenes que te aprietan y hace que el veterano no esté acomodado y demos un puntito más. Hay una gran plantilla, que nos favorece en una liga tan corta.
Son solo 30 jornadas.
—No tienes ese margen que te dan las 38 jornadas, que te permite algún pinchazo que otro. Aquí va a ser muy difícil reengancharte si cedes y por eso los 10 puntos que tenemos en el zurrón te dan tranquilidad.
Vitoria, Barakaldo, Portu… ¿Son los grandes favoritos?
—Para mí, el Portu y el Barakaldo son los principales candidatos al ascenso directo. Los demás estamos ahí para poder entrar en play-off y dar guerra en esa posibilidad de que se relajen un poco.
¿A qué juega este Leioa?
—Tenemos futbolistas para jugar a muchas cosas. Tenemos gente grande arriba para el juego directo y gente con buen trato de balón desde atrás. Esto es Tercera y tratas de ganar por cualquier medio. Si tengo que destacar algo, tenemos un balón parado muy fuerte, con Sergio García y Luisma (Villa), que tienen gran calidad la hora de asistir.
Y el domingo reciben a la Cultural de Durango, que llega a Sarriena tras sucumbir en Tabira con el Portugalete.
—La Cultu está a nuestra par, en la terna de equipos que pelearán por estar ente los cinco primeros.
¿Cómo se define como jugador?
—Como nunca he sido rápido, he tenido que ser un jugador inteligente, especialmente a la hora de retener el balón, de jugarlo. Cuando las características físicas no sobresalen sobre ninguna, por mi perfil, le tienes que dar más al cerebro, el pensar, marcar los tiempos.
¿Le gusta la presión?
—Sí. Quizá rindo más cuando hay presión, que cuando no la hay. El fútbol necesita esa salsilla, esa tensión, alguien que te meta las gomas, porque si no, se vuelve muy soso.
Usted tiene 37 años y parece que no se le acaba la cuerda. ¿Puede estar ante su última temporada o piensa en continuar algo más?
—Voy por sensaciones. Si veo que sigo siendo válido para competir, seguiré. El día que me pasen como aviones, aparco el coche y me bajo.
¿Qué diría a quien critica la presencia de futbolistas tan veteranos en una categoría en la que debería promocionarse a los jóvenes?
—Cada uno está donde le dejan estar y si quiere estar. Si a mí me dan la posibilidad de seguir, es porque quizá creen que puedo aportar. En caso contrario, deduzco que nadie me ofrecería nada.
¿Con su edad, se siente líder?
—Sí. Creo que dentro de un vestuario debe haber más de un líder y cada uno aporta lo suyo. Igual, porque estuve más años, me sentí más líder en el Arenas y en el Portu.
Es salmantino, lleva en Bizkaia un montón de años y su nombre de guerra es Txopitea. Explíquelo.
—Me acuerdo de que mi madre, cuando jugaba aquí, me decía que no me veía en los periódicos. Y le decía que aquí Txopitea, que viene de crío en Salamanca, se escribe con Tx. Desde entonces, me gustó mucho vivir aquí. De hecho, cuando me retire seguiré viviendo aquí, mi hijo ha nacido aquí…
¿Por qué fichó por el Lemona?
—Fue curioso. Yo venía para el Amurrio y a mitad de camino, el chico que me llevaba, me dijo que tirara para Lemoa. ¿Pues? Porque Javier González Etxebarria, que había jugado en el Salamanca y entrenaba al Lemona, había hablado con Balta, que estaba en el Salamanca, y este le sugirió que me fichara.
¿Y su hermano Roberto vino a jugar a Bizkaia por usted?
—También fue curioso. Cuando iba a firmar por el Arenas, vino mi padre conmigo y dice: tengo en casa uno mejor. Y, entre risas, se vino para el Arenas también, donde estuvo tres años y yo, cinco.
Porque jugaron juntos en el Arenas y en el Portu.
—Sí, en los dos. Roberto –que juega como interior y que milita en el Palencia– vino al Portu tras una experiencia en Polonia y supuso toda una alegría.
¿Y quién es mejor?
—Somos diferentes, pero sí, él es el bueno.