El inicio de LaLiga dejó muy buenas sensaciones a nivel de expectación el pasado fin de semana. Los estadios ofrecieron un buen aspecto en los diez partidos ligueros, a pesar de que las fechas no fuesen las ideales.

Cualquiera podría pensar que LaLiga de hoy en día ha perdido cierto atractivo respecto a años pasados. Este nuevo rol al que se están acogiendo ciertos clubes para superar el Fair Play financiero están convirtiendo a la máxima competición estatal de fútbol en una liga ‘vendedora’.

Además, en pleno mes de agosto y con el añadido del puente de la Asunción de la Virgen, se podía esperar que el flujo de público en los estadios hubiese disminuido en esta primera jornada de liga, pero nada más lejos de la realidad. El arropo con el que contaron los equipos de Primera División fue de aplaudir.

Según los datos que ofrece LaLiga, solo el Almería-Madrid no superó el 50% de aforo. De los otros nueve partidos restantes, siete llenaron tres cuartos del aforo máximo, quedando Balaídos y el José Zorrilla por debajo del 75%. El Benito Villamarín fue el estadio que, en proporción, más asientos ocupó, llegando a los 50.622.

San Mamés, por su parte, rozó los 40.000 aficionados el día que estrenaban grada de animación. La catedral alcanzó las 41.000 gargantas de media en la última temporada previa al Covid, y ahora, con nuevo entrenador, directiva y grada, esa cifra podría ser superada.

Primer inicio liguero con normalidad absoluta postcovid

El año pasado LaLiga arrancó bajo las condiciones impuestas por el Estado, en las que no se permitía más del 35% de aforo en los estadios. Este año la afición ha tenido, por primera vez después del Covid, la oportunidad de demostrar su apoyo desde el inicio de temporada, y no ha defraudado.