Cuando Fernando Amorebieta salta al césped artificial de Larrako Zelai, la afición del Iurretako siente un subidón. No en vano, se trata del regreso del hijo pródigo y la decisión del ex del Athletic de jugar en el equipo de su pueblo ha generado impacto en el modesto club rojinegro. “Viene más gente, ha movilizado a más chavales y se ha traducido en más socios. Cuando llegamos, había unos 50 socios, a día de hoy son 186. Para nosotros, Fernando supone un impulso”, señala Nagore Ereño, presidenta del Iurretako, que el sábado, sin embargo, cayó en su feudo ante el Elorrio por 0-3. Amorebieta compareció en el minuto 60 con el dorsal 17 y en ese tiempo tuvo una ocasión y recibió una cartulina amarilla.

Ailen Suffardi, Darío Suffardi, Joseba Álvarez y Eneko Zamalloa son cuatro de esos 186 socios. Ataviados con la camiseta rojinegra del Iurretako, apuntan que Fernando Amorebieta “es el embajador del Iurretako, es nuestro ídolo y es todo un orgullo para el pueblo que juegue aquí”. Reconocen que su presencia “sí ha arrastrado a más gente a Larrako”, aunque subrayan que “quizá debería jugar de central”, pero asumen que “él ha pedido jugar de delantero y se está adaptando a esa posición”.