Una rebelión en el Nápoles
Los jugadores rechazan la concentración de castigo por malos resultados y el club tomará medidas legales
roma - El Nápoles anunció ayer que tomará medidas legales “en todas las sedes competentes” contra sus jugadores que se negaron el martes a respetar la concentración ordenada por el presidente, Aurelio De Laurentiis, un motín en toda regla. El máximo mandatario del Nápoles ordenó al técnico Carlo Ancelotti concentrar al equipo hasta el próximo domingo como represalia por haber perdido el sábado ante la Roma (2-1) , pero los futbolistas se negaron a respetar la imposición y regresaron a sus casas después del partido de Champions ante el Salzburgo (1-1).
Sin embargo, los futbolistas del Nápoles tienen derecho a no respetar la concentración punitiva ordenada por De Laurentiis, pues el derecho deportivo no prevé que los clubes puedan obligar a sus futbolistas a pasar la noche lejos de sus viviendas como forma de castigo.
Angelo Cascella, abogado experto en derecho deportivo explica al respecto que “este tipo de medidas no forman parte del acuerdo colectivo. No hay derecho del club a imponer una concentración punitiva a sus jugadores. Los futbolistas son trabajadores subordinados. Tienen horarios, entrenamientos, partidos y concentraciones previos a los encuentros”, aseguró Cascella, quien en su larga carrera representó y representa a atletas y entrenadores de élite del fútbol.
fuera de puestos europeos El Nápoles arrancó la presente temporada con el objetivo de pelear hasta el final por el título liguero, pero ha sumado solo dos puntos en las últimas tres jornadas y se ha quedado actualmente fuera de los puestos europeos de la clasificación.
De Laurentiis, un magnate del cine que rescató al club cuando estaba a punto de su desaparición, consideró recientemente que sus jugadores no están compitiendo con el compromiso y las motivaciones necesarias y por esta razón ordenó a Ancelotti concentrarles hasta el domingo en el centro deportivo de Castel Volturno.
A pesar de esto, los futbolistas se negaron el martes a subir al autobús que les llevaría a la ciudad deportiva tras el partido ante el Salzburgo. Cascella destacó que los clubes sí tienen derecho a castigar a sus futbolistas en casos de expulsiones, faltas duras o declaraciones fuera de las reglas, pero negó que la petición del presidente De Laurentiis pueda entrar en este tipo de contexto.
La decepción en Roma sugirió al presidente, un hombre cálido con los jugadores, pero de carácter explosivo, la idea de obligar a la plantilla a concentrarse durante una semana en un hotel de Castel Volturno, a las afueras de la ciudad, para cambiar el rumbo del equipo.
Los jugadores decidieron tras el encuentro marcharse a sus casas a dormir. Ancelotti no se opuso y rechazó participar en la rueda de prensa posterior al partido, por lo que el club recibirá una sanción de la UEFA. El entrenador sí acudió en cambio con su equipo técnico al hotel de la concentración, quizá por temor a represalias del presidente.
Ayer, tras el entrenamiento matinal, cuando se esperaba que quizá regresarían al hotel, los jugadores volvieron a marcharse y confirmaron la intención de echarle un pulso al presidente. “Nosotros nos vamos a casa. Díselo a tu padre”, le lanzó Lorenzo Insigne, capitán del equipo, al hijo del presidente.
El Nápoles emitió un comunicado ayer por la mañana donde, además de anunciar severas medidas legales y multas contra sus jugadores, comunica que procederá a tutelar sus derechos económicos, patrimoniales, de imagen y disciplinarios.- DEIA/Efe