Amorebieta2

Barakaldo0

AMOREBIETA: Jonmi, Ibarbia, Simic, Arregi, Aurtenetxe, Seguín, Martins, Ortega (Min. 82, Iker Bilbao), Iturraspe, Orozko (Min. 89, Izaro) y Tascón (Min. 71, Zarrabeitia).

BARAKALDO: Morales, Agirrezabala (Min. 80, De Paula), Royo, Prats, Erik, Carles Marc, Villacañas, Antonio Sánchez, Sergio Benito, Cuerva (Min. 59, Barbosa) y Sarkic (Min. 71, Fernan).

Goles: 1-0: Min. 30; Tascón. 2-0: Min. 79; Ortega, de penalti.

Árbitro: Ripoll Solano, del colegio balear. Amonestó a los locales Jonmi y Martins; y a los visitantes Agirrezabala y Cuerva.

Incidencias: Unos 800 aficionados en Urritxe.

Amorebieta - Urritxe ya respira, tanto por resultados como por la buena imagen de un Amorebieta que ayer abandonó la zona de descenso tras sumar su segunda victoria consecutiva, de nuevo con la portería a cero. Además, lo hizo a costa de un rival temible como el Barakaldo, que llegaba al feudo zornotzarra en segunda posición, como mejor visitante del grupo y con el arco tapiado en el 50% de sus partidos. Los azules lo perforaron en dos ocasiones. Tascón se lució a la media hora con una diana magistral y, ya en el tramo final, Ortega materializó su cuarta pena máxima de la temporada, cometida sobre Iturraspe. De esta forma, los fabriles volvieron a saborear el amargor de una derrota en Urritxe tres décadas después, pues no lo hacían desde 1988, aunque cabe recordar que desde dicho año hasta 2012 estos dos conjuntos no compartieron categoría.

El técnico local Iñigo Vélez apostó por idéntico once que la semana pasada en el triunfo en Tabira, donde se reencontró con la victoria después de nueve semanas sin saborearla. Le era imposible repetir la alineacion de la pasada jornada al visitante Aitor Larrazabal, ya que Dopi era baja por sanción y Picón por lesión. No obstante, sorprendió con cuatro variaciones respecto al triunfo ante la Gimnástica. La más llamativa, bajo palos. Viorel, que lo había jugado todo hasta ayer, se quedó en el banco por unas molestias. El encuentro arrancó igualado, con numerosas interrupciones y pocas ocasiones.

Pasado el primer cuarto de hora, el local Seguín probó fortuna a balón parado. Primero, con un saque de esquina que se fue cerrando y lamió el travesaño. Después, mediante una falta, provocada por Tascón tras una kilométrica galopada, a la que respondió Morales con los puños. Reaccionó el Barakaldo con una clara llegada por medio de Benito, que se topó con la parada de Jonmi en el mano a mano. A la media hora, Orozko peinó y recogió Tascón, que frotó la lámpara y abrió la lata con una vaselina desde el pico del área chica.

El derbi prosiguió sin dominador y las áreas volvieron a ser protagonistas antes del descanso. Un cabezazo a bocajarro de Orozko impactó en la espalda de Iturraspe y, en el otro lado, Jonmi atajó el disparo cruzado de Villacañas. Nada más regresar de vestuarios, Iturraspe calentó los guantes de Morales con dos latigazos desde el borde del área. El ambiente se caldeó. Cuerva detuvo al imparable Tascón con una falta a destiempo en el 56 y vio la amarilla. Acto seguido, derribó a Orozko y Urritxe pidió la segunda con vehemencia. El colegiado tuvo clemenencia, pero no así Larrazabal, que le sustituyó un minuto después.

Los veinte puntos de diferencia entre ambos en la tabla no se atisbaban por ningún lado sobre el césped. De hecho, los zornotzarras, en descenso, se mostraban dominadores frente al principal perseguidor del líder. Tascón envió fuera una nueva llegada de los azules. Los gualdinegros, por su parte, no encontraban huecos. Cuando lo hicieron, el linier invalidó el avance de Benito por fuera de juego. Buscaron bombear centros, pero Jonmi se mostró seguro.

La sentencia se produjo poco antes del minuto 80. Un zaguero despejó la pierna de Iturraspe en lugar del balón y el colegiado señaló penalti. Ortega tomó la responsabilidad e hizo el resto desde el punto fatídico. El Amorebieta no se despistó a pesar de la ventaja y siguió concentrado en defensa. El Barakaldo quiso recortar la renta, pero no había manera de hincarle el diente a unos zornotzarras que parecen haber dado con la tecla.