GERNIKA. Con la máxima crueldad para el derrotado. Como mejor sabe al vencedor. Así fue como se decidió el derbi copero de Urbieta. El Gernika visitará la próxima semana, en segunda fase, al Sant Andreu catalán, que eliminó en los penaltis al Cornellá, después de dejar en la cuneta a la Cultural de Durango gracias a un gol en el minuto 90. En un derbi entre dos escuadras con una clara apuesta por la cantera, la diana la marcó uno que lleva toda su vida en la entidad foral: Gorka Larruzea. En un choque encorsetado, la balanza se decantó en una jugada de estrategia. El encargado de firmarla fue el que se había pasado todo el choque botándolas, salvo en la decisiva. Esa vez la colgó Entziondo y el testarazo del pequeño de los hermanos Larruzea sirvió otra ronda cuando ya olía a prórroga.

Tanto un equipo como el otro partieron con alineaciones que variaban la mitad de los nombres respecto del pasado fin de semana liguero. El técnico del Gernika, Urtzi Arrondo, realizó seis cambios. Altamira bajo palos, Kevin y el mayor de los Larruzea en defensa, Otiñano y Garai en la sala de máquinas y Gandiaga arriba fueron las novedades respecto al empate frente al Sporting B. En el bando visitante, Igor Núñez apostó por cinco futbolistas que no jugaron de salida en la derrota en Zubieta: Peio en la portería, Galarza en la zaga, Iparra y Julen en la zona ancha y Amorrortu en ataque. 22 años después, volvían los gernikarras a disfrutar del torneo del KO, premio a su espectacular rendimiento la pasada campaña. En su regreso, tuvieron que ver cómo fueron los durangarras quienes merodearon el área defendida por Altamira en los primeros compases.

De salida, los blanquiazules, ayer con camisetas negras, encadenaron varios saques de esquina que no obtuvieron premio, pero generaron cosquilleo en los estómagos de la afición de la villa foral. Las arrancadas de Amorrortu, canterano gernikarra, y Pradera hacían daño a la zaga local. Los durangarras, que el pasado curso sí superaron esta primera ronda al vencer 0-3 en Torrelavega, se mostraron más incisivos en el inicio. Transcurrido el décimo minuto, alivió tensiones el Gernika mediante disparos desde fuera del área. El de Garai no encontró puerta. Sí lo hizo el de Gorka Larruzea, duro aunque algo centrado, lo que obligó a Peru a firmar la primera parada destacable del derbi. Respondió Jagoba y detuvo sin problemas Altamira.

Ya con las equipaciones bien sudadas, el encuentro prosiguió tenso e intenso, que no agresivo, como refleja el escaso número de cartulinas mostradas, y cada vez más cerca del arco de la Cultu. Cuando el reloj reflejaba el 24, Abaroa se internó en el área durangarra y cedió a Larruzea para que fusilara, pero Peio volvió a ganarle el duelo con una buena intervención. La conexión fraternal de los Larruzea estuvo a punto de obrar el 1-0 a la media hora. El omnipresente Gorka la colgó con veneno y el cuero lamió el poste tras la peinada de Ander. El guión del partido se escribía a tirones. Y es que los de Igor Núñez volvieron a acostumbrarse a pisar campo rival, pero en su caso les costaba más culminar los avances. Un latigazo de Ekaitz que impactó en la espalda de su paisano abadiñarra Carracedo fue el intento más potable en el último cuarto de hora de la primera mitad.

Asedio y respuesta

Urtzi apostó por dar amplitud a su equipo dando entrada en la reanudación a Entziondo, extremo con pasado en Tabira. Además, Gandiaga se abrió al otro costado. Regresaron impetuosos los gernikarras, obligando a achicar aguas a unos durangarras que lograron salir airosos de ese asedio inicial y empezar a mandar avisos en ataque. El derbi seguía sin dueño. Gozó la Cultural de una buena llegada por medio de Alonso, pero el linier levantó la bandera. Probó de falta Jagoba, por encima del travesaño primero y a ras de césped después, sin sorprender a Altamira. El cansancio empezó a pasar factura y el juego cada vez era más discontinuo. Para colmo, la prórroga se atisbaba a la vuelta de la esquina. A diez del final, quiso evitarla el Gernika, pero el cabezazo de Aimar salió desviado. A cinco, Santamaría besó la red, pero en fuera de juego. Un duelo tan cerrado solo podía desatascarse a balón parado. Así sucedió, a pocos segundos para el 90. La testa de Gorka propició el delirio en Urbieta. Aún tuvo tiempo de responder la Cultu. El zambombazo de Aranda elevó las pulsaciones, pero no encontró puerta.

GERNIKA: Altamira, Kevin, Aimar, Carracedo, Ander Larruzea, Otiñano, Garai (Min. 46, Entziondo), Gorka Larruzea, Garai, Abaroa, Gandiaga (Min. 77, Santamaría) y Pradera (Min. 68 Etxabe).

CULTURAL DE DURANGO: Peio, Jurgi, Galarza, Aranda, Jagoba, Iparra (Min. 74, Zuazo), Ekaitz, Alonso (Min. 91, Beñat), Julen, Amorrortu y Pradera (Min. 82, Unzueta).

Gol: 1-0: Min. 90; Gorka Larruzea.

Árbitro: Leo Ollo (comité navarro). Amonestó al local Aimar; y al visitante Julen.

Incidencias: Unos 800 espectadores en Urbieta.