París - Manuel Neuer, portero de Alemania, vivió un drama ante Italia con final feliz. Así lo dijo después de alcanzar las semifinales de la Eurocopa tras una tanda de penaltis épica en la que demostró que es uno de los mejores, o el mejor, en su puesto en un torneo en el que ha dejado atrás a Buffon, De Gea o Courtois. Neuer se ha quedado solo en la cumbre. Ya no hay duda. Salvo hecatombe o actuaciones milagrosas y espectaculares de los otros supervivientes, cuando acabe la competición el portero del Bayern será entronizado como el mejor guardameta de la Eurocopa. Todo apunta a ello porque los otros favoritos fallaron, no brillaron, no jugaron o simplemente se quedaron por el camino.

Uno de los principales candidatos a llegar hasta la cima alternó actuaciones muy meritorias con fallos decisivos. Así se pudo resumir el paso de David De Gea por la Eurocopa. El portero de la selección española se hizo con el puesto del eterno Casillas y, aunque su actuación fue más positiva que negativa, ya está de vacaciones. En otras selecciones, ajenas al lío español, también se quedaron por el camino otros candidatos. El primero de ellos, Gianluigi Buffon, otro portero eterno y que cedió ante el poder de Neuer. En el partido decisivo entre ambos, en cuartos, el alemán ganó el combate a los puntos.

A lo largo del choque ambos se mostraron muy seguros, sobre todo Buffon, que con una mano imposible a un remate de tacón de Mario Gómez evitó un 2-0 que habría sido definitivo para Italia. Sin embargo, en la tanda de penaltis, le faltaron centímetros para despejar el definitivo que marcó Jonas Héctor. Esa fue la diferencia entre Neuer y Buffon, una pizca más de reflejos. En Bélgica, Thibaut Courtois pasó sin pena ni gloria. No cometió grandes errores, pero apenas hizo paradas de mérito. El portero del Chelsea no ha completado una temporada muy fina en su club arrastrado por el mal año del conjunto londinense. Y, en la Eurocopa, no se vio su mejor versión. Gales, en cuartos, selló su destino con tres goles.

Sobreviven a Neuer el francés Hugo Lloris, el islandés Hannes Halldorsson (uno de los dos estará fuera esta noche), el galés Wayne Hennessey y el portugués Rui Patricio. Ninguno, por ahora, puede hacerle sombra. Paradas como la que Neuer hizo al eslovaco Juraj Kucka en octavos o actuaciones como la que hizo en la tanda de penaltis ante Italia, tendrán premio. “Fue un drama. Sabía que tenía que concentrarme en mi trabajo y que no me influyeran las emociones, pero no es fácil”. Neuer salió vivo de ese drama y dejó atrás a su último gran rival, Buffon, víctima de una lotería que dejo al portero alemán solo en la cumbre.

el poder de Joachim Löw Otro que está de enhorabuena es el seleccionador de Alemania. Desde que Joachim Löw tiene relación con el combinado alemán, siempre, desde el Mundial de su país en 2006, ha estado presente, como mínimo, en todas las semifinales de las grandes competiciones internacionales. Löw accedió al cargo un 12 de julio de 2006, después de que Jurgen Klinsmann renunciara al banquillo tras el Mundial. En aquel torneo, Alemania llegó hasta la penúltima ronda y fue derrotada por Italia.

Y aunque Löw todavía no era el primer técnico, sí ejerció de segundo en aquella etapa en la que, junto a Klinsmann, crearon las bases de un equipo que siempre cumple. Es eficiente hasta el máximo y sólo la aparición de la mejor selección española de la historia y de la siempre incómoda Italia, privó a Alemania de obtener más trofeos. Los datos con Joachim Löw en el banquillo son estratosféricos. Alcanzó la final en la Eurocopa de Austria y Suiza 2008, las semifinales del Mundial 2010 de Sudáfrica y las de la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012. Y, además, se proclamó campeón del Mundial de Brasil 2014.

Su victoria este sábado frente a Italia en una agónica tanda de penaltis volvió a encumbrar a Löw, que de nuevo, por sexta vez consecutiva, accede a la penúltima ronda de una competición. Su secreto es simple: siempre mira de reojo a los jóvenes cachorros alemanes y no duda en darles juego combinándolos con los veteranos que, cuando abandonan el equipo, siempre tienen sustitutos de primera línea.