Bayern Múnich2
Atlético Madrid1
BAYERN MÚNICH: Neuer; Lahm, Javi Martínez, Boateng, Alaba; Xabi Alonso, Vidal; Douglas Costa (Min. 73, Coman), Müller, Ribery; y Lewandowski.
ATLÉTICO MADRID: Oblak; Juanfran, Giménez, Godín, Filipe; Saúl, Gabi, Augusto (Min. 46, Carrasco), Koke (Min. 93, Savic); Griezmann (Min. 82, Thomas) y Torres.
Goles: 1-0: Min. 31; Xabi Alonso. 1-1: Min. 53; Griezmann. 2-1: Min. 74; Lewandowski.
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Giménez.
Incidencias: Allianz Arena, 75.000 espectadores.
Madrid - Dos momentos determinantes, un penalti parado por Jan Oblak y una contra culminada por Antoine Griezmann, lanzaron a un irreductible Atlético de Madrid a la final de la Liga de Campeones, con su reacción en el segundo tiempo, con sufrimiento y con una derrota válida (2-1). Otra gesta del conjunto rojiblanco, que demostró de nuevo mérito y cualidades indiscutibles: compite como nadie, corre más que nadie, no se rinde nunca, es un equipo insistente y potente, muy trabajado, pero también tiene jugadores de un talento individual indudable, como el que demostró su guardameta, Oblak, o sus delanteros Griezmann y Torres en el contragolpe que supuso el 1-1.
Y una fe, un bloque y un entrenador extraordinarios. Ahí están sus títulos y su trayectoria, agrandada aún más con su billete para su segunda final de la Champions en tres años, la tercera de su historia, tras eliminar a Barça y Bayern, dos de los equipos más poderosos y con más calidad de Europa. Porque el equipo rojiblanco se superó de nuevo a sí mismo, desde una reacción rotunda. Cuando peor intuía el encuentro, igualada la eliminatoria desde el minuto 31 y sostenido instantes después por un penalti parado por Oblak, la reanudación fue otra historia, otro ejercicio concreto y contundente del Atlético.
La primera jugada, nada más sacar de centro, fue de intimidación del Bayern -a Torres se le abalanzaron cuatro futbolistas para la presión-, las siguientes fueron de tanteo entre ambos, con un par de tiros lejanos en cada portería, y después de acecho para la defensa del Atlético, agarrado entonces a su firmeza atrás. Todo en un escenario imponente, en un duelo en el que la posesión era del conjunto local. No le importó en exceso al Atlético, que le concedió el balón, pero poco más en un rato. Solo hubo una grieta en media hora en la retaguardia rojiblanca, solventada por Oblak, agigantado de nuevo ante Robert Lewandowski, sujetado al control y las ayudas del equipo madrileño, al que una jugada fortuita castigó con el 1-0: una falta lanzada por Xabi Alonso, un toque decisivo en el uruguayo Giménez y el gol.
Un encuentro de tal dimensión y un rival de tanto poder ofensivo no permiten ningún error. Ni una sola falta al borde del área, la que equilibró la eliminatoria en el minuto 31. Un golpe al que siguió otro impacto; un agarrón en el área de Giménez a Javi Martínez. El turco Çakir señaló penalti, Müller lo lanzó, Oblak lo paró y el Atlético sobrevivió. Era el minuto 34, un momento decisivo y un partido estresante para el conjunto rojiblanco, porque el Atlético sufría desde su nula salida ofensiva.
Reacción Hasta el descanso, hasta que lo solucionó el Atlético, movido su banquillo con la entrada de Carrasco, más presente ya en terreno rival, por extensión menos apurado atrás, y revitalizado de la mejor forma, desde el gol, desde una pared entre Griezmann y Torres culminada con un zurdazo del francés, en posición dudosa cuando recibió el pase final. Un contragolpe vertiginoso, una conexión estupenda entre ambos atacantes y más de media eliminatoria, la final de Milán a la vista, cada vez más cerca, en el minuto 53. Aún mucho por jugar y por ganar, pero el panorama ya era muy distinto. No llegaba tanto el Bayern, sí lo hacía el Atlético, con un disparo de Juanfran, hasta el tramo final, hasta el 2-1 de Lewandowski a pase de Arturo Vidal.
Sufrir para ganar. No le quedaba otra al Atlético, que falló un penalti que no había sido -derribó a Torres fuera del área- en el 83, que resistió de nuevo en su área con un par de intervenciones más de Oblak y que disputará el próximo 28 de mayo otra final de la Liga de Campeones.