Portugalete0
Guadalajara2
PORTUGALETE: Sergio, Peque, Engonga, Larreategi, Galán, Ioritz (Min. 79, Merino), Gabri, Javi Rodríguez, Zarate, Kortabitarte (Min. 65, Beltrán) y Óscar Martín.
GUADALAJARA: Kevin, Moyano, Rangel, Javi Soria, David, Iván Rubio (Min. 73, Ablanque), Julien, Jaime (Min. 79, Lee), José Vega, Manzano y Dani Iglesias (Min. 83, Dani Ponce).
Goles: 0-1: Min. 49; Javi Soria. 0-2: Min. 68; Rangel.
Árbitro: Moreno Aragón (madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Ioritz, Larreategi y Galán y al visitante Moyano.
Incidencias: Unos 1.200 espectadores en La Florida.
portugalete - Esto no tiene buena pinta para el Portugalete. Era el partido crucial para que los jarrilleros intentaran asomar la cabeza del pozo, para sumar en tres semanas consecutivas, para meter en el hoyo a un rival directo, para coger fuerzas, para escapar de la cola de la tabla... Pero no fue así. El Guadalajara salió fortalecido de La Florida infligiendo una merecida derrota a los de Ezkerraldea, con dos goles calcados en la segunda mitad, que dejaron a la deriva al equipo de Intxaurraga, tras recibir un mazazo psicológico muy importante.
A pesar de todo, el conjunto jarrillero empezó bien. Si en ese inicio prometedor, con tres ocasiones aurinegras, el balón hubiera entrado, seguramente estaríamos hablando de otras consecuencias, pero el esférico nunca llegó a la red y el Portugalete, como por arte de magia, desapareció hasta el final. Y así es imposible ganar a un rival, igualmente necesitado, que tan solo demostró entereza, paciencia y funcionar como un bloque, con buenos apoyos. Óscar, que mostró su falta de ritmo, desperdició un balón de oro de Korta. Gabri remató fuera en un córner, una nueva jugada de Korta no pudo culminar Óscar y, a continuación, Gabri por dos veces tampoco pudo marcar. Ese fue el bagaje local que tuvo su inesperado fin a los 22 minutos.
A partir de entonces, el Guadalajara despertó. Su centro del campo empezó a carburar y crearon ocasiones. Pocas, pero llegaban a la puerta de un irregular Sergio. Tras el descanso, los visitantes encontraron en el balón parado la forma de decidir el choque. Sus dos centrales hicieron diana de cabeza en sendas faltas botadas por Manzano, en las que Sergio pudo hacer algo más, que sirvieron para llevarse el triunfo de una Florida que quedó tocada. Porque no hubo capacidad de reacción. Tan solo una falta de Beltrán, que se paseó por el área rival, y una tímida falta directa de Gabri. Los intentos resultaron infructuosos y eran más a fuerza de empuje que con una verdadera fe en sí mismos.