REAL SOCIEDAD: Rulli, Elustondo, Iñigo, Mikel González (Min. 78, Carlos Martínez), Yuri, Illarramendi, Granero, Xabi Prieto (Min. 77, Bruma), Canales, Vela (Min. 67, Jonathas) y Agirretxe.
EIBAR: Riesgo, Juncá, Dos Santos, Pantic, Capa (Min. 61, Lillo), Gonzalo, Adrian (Min. 85, Ramis), Keko (Min. 46, Inui), Saúl, Sergi Enrich y Borja Bastón.
Goles: 0-1: Min. 3, Borja Bastón; 1-1: Min. 9, Agirretxe; 2-1: Min. 90, Agirretxe.
Árbitro: Melero López (Comité Andaluz). Tarjeta amarilla a Yuri, Elustondo, Illarramendi, Capa y Pantic.
Incidencias: 23.462 espectadores en el estadio de Anoeta.
Donostia - La Real Sociedad sigue abonada a Imanol Agirretxe, que con dos goles, uno de ellos en el minuto 90, venció a un Eibar que ofreció una estupenda imagen en Anoeta. El conjunto armero, descarado y ofensivo, mostró la dualidad de esa nueva forma de jugar muy gráficamente en los diez primeros minutos de juego, en los que entró al partido muy enchufado y también con sus líneas muy abiertas.
El conjunto de Mendilibar marcó después de un primer aviso el 0-1, por medio de Borja Bastón, pero antes de que la afición local se pusiera nerviosa y con mucho público todavía por acceder al graderío por el aumento de las medidas de seguridad, empató Agirretxe al rematar un balón que venía rechazado de la defensa eibarresa. El derbi se igualó a partir de esos primeros instantes locos, el fútbol recuperó la cordura de los derbis equilibrados de años anteriores y la primera mitad transcurrió algo más plácida para ambas defensas, que tuvieron que extremar el control en Keko Gontán por el lado visitante y en Agirretxe por los txuriurdin.
El Eibar, vestido de amarillo en la matinal de Anoeta, incrementó su presión y presencia en el área donostiarra en el tramo final del primer período, hasta el punto que parecía que la Real jugaba fuera a la contra y, al borde del descanso, volvió a tener una clara ocasión de gol en un remate casi a cámara lenta de Borja Bastón. La Real mejoró en el segundo tiempo, con el apoyo de un Carlos Vela que realizó una jugada individual brillante para dejar solo ante Riesgo a Agirretxe, que no acertó con su remate cuando se celebraba ya el segundo gol por la afición.
Eusebio Sacristán, consciente de que este resultado enterraba muchas ilusiones de futuro, metió potencia en ataque con la pareja Agirretxe-Jonathas, en busca de ese segundo gol que pudiera dejar los puntos en casa. El Eibar, con una plantilla de menos relumbrón, no se descompuso y siguió llevando peligro constante a la portería de Gero Rulli en la búsqueda de un triunfo en el que creía totalmente.
El toma y daca final benefició a la Real en el último minuto cuando, en una jugada de cierta fortuna, encontró el gol de Agirretxe tras un pase con suspense del portugués Bruma, para llevar al éxtasis a las gradas de Anoeta. - Efe