PSG0
Real Madrid0
PARIS SAINT GERMAIN: Trapp; Aurier, Marquinhos, Thiago Silva, Maxwell; Verratti (Min. 80, Lavezzi), Thiago Motta, Matuidi; Di María (Min. 67, Pastore), Ibrahimovic y Cavani (Min. 66, Lucas).
REAL MADRID: Navas; Danilo, Sergio Ramos, Varane, Marcelo; Lucas Vázquez, Casemiro, Kroos; Isco (Min. 69, Modric), Ronaldo y Jesé (Min. 73, Cheryshev).
Árbitro: Nicola Rizzoli (Italia). Amonestó a los locales Matuidi, Verratti y Aurier y a los visitantes Sergio Ramos, Cheryshev y Lucas Vázquez.
Incidencias: Parque de los Príncipes, ante unos 48.000 espectadores.
París - El Real Madrid logró en el Parque de los Príncipes un valioso empate sin goles que le deja en buena situación para acabar primero la fase de grupos y, de paso, empequeñece la leyenda del París Saint-Germain. El conjunto blanco logró convertir al PSG en un equipo menor pese a afrontar el duelo con toda su plantilla, impresionante. Ambos siguen invictos y, en el caso visitante, sin haber recibido un gol en esta competición.
Rafa Benítez le ganó la batalla táctica a Laurent Blanc y el resultado fue un Real Madrid que dejó una buena sensación y que no marcó porque Ronaldo no tuvo fino el punto de mira y porque Trapp efectuó un par de buenas paradas. La posesión fue de los locales en el primer tiempo, pero tan inocua como eficaz la presión madridista. En ese escenario se sumergió el PSG y resurgió el Real Madrid, que acabó lanzado en el área rival, llevando a la gritona grada parisiense una constante sensación de que se mascaba la tragedia. Jesé y Marcelo convirtieron la banda izquierda en un coladero que solo la falta de puntería y el acierto de Trapp impidieron que cristalizara en goles. Ronaldo, de cabeza, tuvo en el 36 la mejor ocasión madridista y el meta alemán del PSG se estiró para pararlo.
El programa se repitió en el segundo periodo y Blanc decidió refrescar las bandas con la entrada de Pastore y Lucas en sustitución de Cavani y Di Maria, muy desdibujados, un movimiento al que Benítez respondió reforzando el centro del campo con Modric y Cheryshev. Si ya era sólido, el conjunto blanco se convirtió en un bloque de hormigón armado en el que se asentó el sable de su contra. El croata la lanzó en el 72, tras un saque de córner del PSG que pilló sorprendida a la zaga francesa. En igualdad numérica, el balón llegó a botas de Ronaldo que, algo escorado, cruzó demasiado. El duelo volvió a su tónica habitual, con un PSG oxidado ante un rival muy asentado. Un espectador irrumpió para saludar a Ronaldo en el tramo final y el estirón último de los franceses volvió a ser en vano.