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HOLANDA: Vermeer; Janmaat, De Vrij, Martins Indi, Willems; Narsingh, Blind (De Guzman, m. 73), Klaassen, Sneijder (Wijnaldum, m. 62); Huntelaar (Dost, m. 79) y Depay (Afellay, m. 84)

ESPAÑA: De Gea; Carvajal, Raúl Albiol, Piqué (Ramos, m. 68), Bernat; Mario Suárez (San José, m. 68), Cesc, Cazorla (Iniesta, m. 76), Isco (Silva, m. 46); Pedro (Vitolo, m. 46) y Juanmi (Morata, m. 62).

Goles: 1-0, m. 13: De Vrij. 2-0, m. 16: Klaassen.

Árbitro: William Collum (Escocia).

Incidencias: Amistoso en beneficio de AFE, disputado en el Amsterdam Arena ante unos 50.000 espectadores.

amsterdam - Holanda despertó de la depresión que vive camino de la Eurocopa 2016, alejado de la imagen que le guió al tercer puesto del Mundial de Brasil, a costa de una España vulnerable, con numerosos cambios de Vicente del Bosque, víctima de su pasividad defensiva en los goles de De Vrij y Klaassen.

España transita por aguas revueltas, sin encontrar una identidad nueva tras el fin de su generación más brillante. Del Bosque de golpe va en contra de la mayoría, a contracorriente. Se defiende tirando de resultados en fases de clasificación, pero agacha la cabeza cuando revisa amistosos. Tras la derrota ante Francia y Alemania llegó Holanda, una selección que salió de su bache recordando por momentos la última batalla de Brasil.

Sin dos de sus tres referentes (Robben y Van Persie), la oranje necesitó poco para hacer tambalearse a España, sin tensión defensiva con un equipo diseñado para tener el balón. Del Bosque se traicionó a sí mismo con tantos cambios, hasta nueve. Nunca en su etapa como seleccionador varió tanto de un equipo a otro. Juntó a jugadores que no se sienten fijos y el resultado no pudo ser peor en el primer acto. Perdió la oportunidad de probar nuevas sociedades como la que forman Isco e Iniesta, asentar la figura de Koke como el nuevo Xavi, probar con Cesc de falso nueve o jugar con referencia fija arriba dando continuidad a Morata.

Cesc pasaba de ser castigado ante Ucrania, sin un minuto en un partido clave camino de la Eurocopa 2016 por la supuesta lesión que le hizo perderse los dos últimos partidos del pasado año, a ser capitán. De él dependía el fútbol de la Roja, de su asociación con la calidad de Isco y la movilidad de Cazorla. Jugó con nueve España. Arriba debutaba Juanmi sobrado de ganas, ofreciéndose siempre y salvándose de la quema.

Cada acercamiento de Holanda generó peligro. Los marcajes eran permisivos. La distancia entre líneas era un disparo al pie. A los 13 minutos encajaba el primero. Segunda jugada tras un córner que culminaba Sneijder con un pase de oro desde el costado izquierdo a la cabeza de De Vrij. A placer cabeceó a la red. Albiol llegó tarde a su marca. Sólo pasaban tres minutos cuando llegaba el segundo y a todos les venía la mente la goleada de Brasil. Un pase dentro del área para que Klaassen reciba cómodamente, pueda disparar centrado, recoger el rechace de De Gea y fusilar arriba sin que un solo defensa lo impidiese. El marcador ya no se movió.

En la reanudación España se adueñaba del esférico y Del Bosque realizó una serie de cambios, como poner a San José en lugar del inoperante Suárez en el centro del campo. Sacó a Silva, Vitolo, que debutó, Morata, e incluso a Iniesta, que fue pitado en recuerdo de su famoso gol de Sudáfrica. Pero no hubo manera. Porque Del Bosque vive de recuerdos.