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A octavos por la ruta gris

Benzema solventa un discreto partido protagonizado por la obsesión de Cristiano en batir el récord de Raúl frente a un liverpool de suplentes

A octavos por la ruta grisEFE

Real Madrid1

Liverpool0

REAL MADRID: Casillas; Arbeloa (Nacho, m. 83), Varane, Ramos, Marcelo; James (Bale, m. 62), Kroos, Modric, Isco; Cristiano y Benzema (Chicharito Hernández, m. 88).

LIVERPOOL: Mignolet; Manquillo, Skrtel, Touré, Alberto Moreno; Lucas (Gerrard, m. 69), Emre Can (Coutinho, m. 75); Joe Allen, Markovic (Sterling, m. 69), Lallana y Borini

Gol: 1-0, m. 27: Benzema.

Árbitro: Viktor Kassai (Hungría). Mostró tarjeta amarilla a Skrtel, a James Rodríguez, Sergio Ramos, Marcelo y Alberto Moreno.

Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, unos 80.000 espectadores.

madrid - Un gol de Karim Benzema, que prolongó su excelencia, bastó para sellar la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones del Real Madrid, desprovisto, sin embargo, de la brillantez de la que ha alardeado en los últimos compromisos.

La duodécima victoria consecutiva del conjunto de Carlo Ancelotti, cuarta en Europa, fue sufrida. Más de lo esperado. Ante un Liverpool menor. Cargado de suplentes. No hubo récord de Cristiano Ronaldo. Obsesivo por el gol para dar caza a Raúl González, ofreció un partido gris y sigue a orillas del registro.

La vuelta a la convocatoria del galés Gareth Bale no alteró en exceso el once de Carlo Ancelotti, que recurrió al clásico en los últimos encuentros con la presencia de Varane por Pepe y de Arbeloa en lugar del lesionado Carvajal. Un cambio, este, obligado para el preparador que aplazó la discusión sobre la inclusión de Bale para próximos encuentros. Ha estado un mes fuera el exjugador del Tottenham. Un inicio en el banco tras su regreso está más que justificado. El debate llegará después.

Brendan Rodgers, sin embargo, agitó inesperadamente la puesta en escena de su equipo. Con más lustre en el banquillo de reservas que sobre el césped. Habituales como Steven Gerrard, Coutinho, Glen Johnson, Jordan Henderson, Raheem Sterling o Mario Balotelli quedaron en la banda con el chándal puesto.

La ausencia de estos generó alguna que otra sospecha. La sensación de entregar un partido en una competición donde los reds cada vez tienen menos margen de error. Rodgers debió pensar que la del Santiago Bernabéu no es su batalla. Pero el Liverpool necesita arañar puntos en cualquier recinto si quiere superar la fase de grupos de la competición por primera vez desde el curso 2008-2009.

Rodgers, de paso, pretendió dar un toque de atención a sus clásicos, que solo han ganado dos de sus últimos siete encuentros en la Premier y donde el líder, el Chelsea, aparece en el horizonte como próximo rival. Una estrategia del preparador norirlandés, que resguardó sus armas hasta el final.

El Liverpool no disparó a Iker Casillas hasta el minuto 55. Con un tiro lejano y centrado. El capitán cumplió su partido 144 sin sobresaltos.

Resistió veintisiete minutos el Liverpool. Mignolet ya había desbaratado dos ocasiones de James y Cristiano Ronaldo, pendiente de su récord. Una acción gestada por Isco y continuada por Marcelo fue aprovechada por Benzema, que anotó el único gol.