El Aurrera de Ondarroa vuelve a casa
Todas las categorías del club costero, que hasta la fecha juegan en Gipuzkoa, competirán en Bizkaia por primera vez en su historia a partir del curso que viene
Bilbao - Geográficamente Ondarroa está demasiado lejos de Bilbao. Su orografía, las características geográficas, frontera por costa entre Bizkaia y Gipuzkoa, con un puerto como Trabakua de por medio? Son casi 65 kilómetros que han mantenido a su club de fútbol de referencia, Aurrera K. E., con más de noventa años de vida, afiliado siempre a la Federación Guipuzcoana de Fútbol y compitiendo en ella desde 1945. Pero hace unos años, la situación tomó un giro irreversible, hasta el punto de que la temporada que viene todos los equipos del Aurrera de Ondarroa pasarán a competir definitivamente a la territorial de Bizkaia, tras su aprobación, la semana pasada, en la asamblea de la Federación Vizcaina de Fútbol.
La historia de este drástico cambio se fraguó hace tres años, cuando la federación de Gipuzkoa vetó en la máxima competición al equipo de infantiles del Aurrera. Amparándose en una norma foral creada en 2008, coincidiendo con el descenso de la Real Sociedad, en la cual se constituía a la entidad de Anoeta en el vértice superior de una pirámide, dentro de la cual había que ser convenido del club txuri-urdin para recibir subvenciones y poder participar en las máximas competiciones escolares de Gipuzkoa. El Aurrera, club convenido del Athletic, dio su primer paso y, diez de sus equipos -esta temporada serán trece- pasaron a competir en Bizkaia. El próximo curso dará el paso definitivo. Ya que los cuatro equipos de categorías superiores -el mayor, juvenil y los dos cadetes- se recogerán definitivamente al abrigo de la Federación de Bizkaia.
La lógica ha imperado y, a excepción de la modificación de la composición de ascensos para este curso, en la que algún club de Bizkaia se pueda sentir agraviado, el Aurrera debe competir en Bizkaia para no sufrir ese tipo de discriminaciones. Además, todo ha cambiado. Hay otros clubes cercanos como Berriatua, Lekeitio y Markina que han ido asentándose y las comunicaciones por carretera para llegar a la localidad costera han mejorado notablemente.
“Cuando se creó la Ley Vasca del Deporte, hace más de treinta años, Gipuzkoa nos acogió con los brazos abiertos y seguimos allí, pero la situación institucional ahora ha cambiado. Las circunstancias, el tema económico -que no es el más importante- y el empuje de las instituciones vizcainas, nos han hecho ver que era el momento de tomar la decisión. Lo hemos realizado con tranquilidad. Los socios aprobaron la propuesta por unanimidad, sopesando los pros y contras y todos vimos que era lo mejor para el club. No íbamos a tener una oportunidad mejor”, comenta el presidente, Eladino González.
Han sido muchos años, así que la medida, a la vez que lógica y obligada, también arrastra un punto de nostalgia. “Es una decisión histórica e importante. Llevamos setenta años jugando en Gipuzkoa. Evidentemente, somos humanos y también nos da pena marchar, pero el desarrollo institucional y la situación en que se mueve el deporte vasco nos ha ido empujando. Nosotros estamos en la frontera. Los guipuzcoanos no nos pueden ayudar porque no somos guipuzcoanos y los vizcainos no nos podían ayudar porque no estábamos en Bizkaia. Todo esto, también coincide en un año en que el Ayuntamiento de Ondarroa hace el campo nuevo, hablamos entre nosotros y con gente diversa, lo estudiamos y dimos el paso. Hay que ir contentos y probar nuevas experiencias con la idea de responder bien a esta buena acogida. Nos sentimos dejados de la mano de Dios. A veces se olvidan de Ondarroa. Pero esto va a ser bueno para nosotros y para Bizkaia. Además, para poder sobrevivir y mantener nuestra filosofía: un club formado por ondarrutarras, el nivel tenía que subir”, relata el presidente del Aurrera.
Otra de las patas del banco en este asunto es la propia Federación Vizcaina, que acaba de refrendar en su asamblea la solicitud cursada por el club costero. Su presidente, Iñaki Mardones, comenta lo ocurrido: “Es algo histórico que un club fundado en 1921, que por circunstancias ha estado siempre abocado a la circunscripción de la Federación Guipuzcoana, y en sus últimos años había manifestado verbalmente su voluntad de jugar en Bizkaia, ahora ya hace cuatro semanas, después de que su asamblea aprobara la incorporación a Bizkaia, y por escrito, se haya dirigido a nosotros y nuestra asamblea, como paso previo, también haya aprobado la propuesta. Un club vizcaino, que quiere venir a Bizkaia, con que lo manifieste es suficiente”.
El Vulcano, el otro caso La verdad que es un caso extraño. En Bizkaia, solo quedaría en estos momentos otro club, el Vulcano de Otxandio, que compite en la territorial de Araba. La propia anexión del Aurrera también ha traído algún problema colateral, como es la modificación de ascensos para esta temporada al entrar a competir en su categoría análoga que es la División de Honor. Todo se solucionaría si el Aurrera, como despedida, se alzase con el campeonato de la Preferente de Gipuzkoa.
“No es buena la postura, pero es la menos mala. Por otro lado, sumar un equipo más en División de Honor, se ha contrastado, y sería un mes más de competición. Habría que empezar a entrenar a últimos de julio, la competición comenzaría en agosto, más gastos, también nos abocaría a un arrastre más y todos conocemos bien el incordio de los arrastres. Una locura. Esto se había constatado y consultado con los clubes y, mayoritariamente, se decidió que no. Llevan años, y para la Federación es importante que todos sus clubes jueguen en Bizkaia. Y el que no lo crea o piense que deben de empezar en Tercera Regional que piense, porque yo no conozco ningún club que se haya cambiado de Federación, como hizo el Laudio cuando marchó a Araba, que cuando se integra en su federación compite en la categoría que le corresponde. Es la fórmula lógica. Es complicado, pero cuando hay una petición oficial, hay que aplicar la lógica”, finaliza Iñaki Mardones.