BARCELONA: Pinto, Dani Alves, Piqué, Mascherano, Adriano, Busquets (Min. 57, Song), Cesc (Min. 77, Xavi Hernández), Iniesta, Alexis, Pedro (Min. 62, Neymar) y Messi.
ATLÉTICO: Courtois, Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luis, Gabi, Tiago, Koke, Arda (Min. 22, Raúl García), Villa y Diego Costa (Min. 16, Adrián. Min. 72, Sosa).
Goles: 1-0: Min. 34; Alexis. 1-1: Min. 49; Godín.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité valenciano). Por parte del Barcelona amonestó a Piqué (Min. 5), Messi (Min. 45), Busquets (Min. 45) y Mascherano (Min. 90). Del Atlético mostró tarjeta amarilla a Godín (Min. 34), Filipe Luis (Min. 69) y Raúl García (Min. 90).
Incidencias: Lleno en el Camp Nou. La grada recibió a los dos equipos con un espectacular mosaico. Puyol, que deja el Barcelona a final de temporada, fue homenajeado con una pancarta que agradeció su trabajo en el conjunto blaugrana.
El Atlético de Madrid dio ayer el carpetazo definitivo a la Liga bipolar con un empate más que trabajado. El conjunto colchonero, dieciocho años después, es otra vez campeón del torneo de la regularidad. Un título merecido si se analiza la trayectoria que los pupilos de Diego Pablo Simeone han trazado a lo largo de la temporada. La gran final del Camp Nou tuvo más tensión que fútbol. Los noventa minutos a cara o cruz se desarrollaron al son que marcó el equipo madrileño. Y lo hizo a lo grande, empequeñeciendo al Barcelona más gris que se recuerda en mucho tiempo. Desde hace semanas se venía hablando en la ciudad condal de que el Barça encaraba un final de ciclo. Que la reconversión de la plantilla debe ser radical. No se equivocaron los más críticos. Es más, los cambios deben ser inmediatos. No sirvió para nada que a Messi se le actualizara en la víspera el contrato. Un gesto para la galería. El astro argentino fue una sombra de lo que ha sido. Jugó andando y muy alejado de la zona de peligro. Si quiere hacer algo en el Mundial, el que parece ser su principal objetivo, ya puede ponerse las pilas. Que Mascherano, un soldado con pie y medio fuera del club, fuese el más destacado a base de coraje y oficio dice mucho de cómo está el patio en el vestuario comandado por Gerardo Martino, al que le ha quedado bastante grande el puesto. Pero cuando los jugadores no quieren, el entrenador está vendido. Una vez más ha quedado demostrado. Tal vez por eso, o por el fiasco monumental en el que se ha convertido la temporada, el técnico argentino confirmó al término del encuentro que de común acuerdo con el club dejará de dirigir al Barça a partir del mes de junio. Luis Enrique tiene mucho trabajo por delante.
Aunque la historia pudo ser otra, porque la maldición del Pupas tocó por partida doble en las puertas del Atlético. Diego Costa y Arda Turan, las dos principales estrellas de Simeone, se rompieron antes de llegar al ecuador de la primera parte. Sin que el Barça se hubiese acercado a los dominios de Courtois, las lesiones obligaron al Cholo a mover ficha. Entraron Adrián y Raúl García y algunos ya pensaron en la maldición de los colchoneros. Las lágrimas del delantero brasileño en el banquillo eran un mal presagio. En acabar sin nada la semana fantástica, ya que el próximo sábado afrontan la final de la Champions ante su eterno rival. El vértigo aumentó unos minutos después cuando Alexis se sacó de la chistera un disparo con una violencia inusitada. El chileno empalmó desde el vértice del área un balón cedido por Messi con el pecho y lo mandó a la escuadra. El portero belga solo se tiró para la foto. El Camp Nou, que acabó aplaudiendo al Atlético, empezó a creérselo. Todo lo contrario que sus jugadores, que a partir de ese momento vieron cómo los colchoneros se repusieron a base de alma. Y mucha presión, cualidades que han hecho del conjunto madrileño el mejor equipo del campeonato.
el mal endémico en defensa Tras el paso por los vestuarios, puede que la arenga de Simeone animara a sus hombres a pensar que el empate era más que factible. Una idea que ganó enteros ayudada por los fallos defensivos del Barcelona. Lo de Piqué, Alves y compañía, con Pinto como el eslabón más débil -es inseguro por naturaleza-, es para analizar. Así llegó la igualada de Godín, que, con los culés mirando igual que las vacas al tren, se elevó y firmó un certero remate de cabeza a la salida de un córner. Al Barça le quedaban cuarenta minutos por delante para enmendar la plana. Un quiero y no puedo, porque con el equipo partido en dos, cada uno a su batalla, fue incapaz de trenzar el juego que acostumbra. En muchos momentos tuvo problemas para pasar del medio campo. Ni la entrada de Neymar y Xavi, suplentes de lujo, pusieron en apuros al Atlético.
Con Piqué de delantero haciendo las veces de Alexanco en la época de Johan Cruyff en el banquillo-habrá que ver qué dice el holandés de la imagen ofrecida por su exequipo-, el conjunto catalán lo intentó a la desesperada. Un quiero y no puedo. Courtois vivió uno de sus partidos más tranquilos defendiendo la portería madrileña. También es cierto que con el trabajo inconmensurable de Gabi, Filipe Luis, Godín, Miranda, Koke y compañía, todo es más fácil.
Y qué decir de Simeone, que acabó manteado por sus jugadores sobre el césped del Camp Nou y puede firmar un doblete histórico. De lo que pocos dudan es de que el técnico argentino, que no deja indiferente a nadie, ha sabido ensamblar una plantilla como muy pocos esperaban. Guste o no, el Atlético de Madrid es campeón por mérito propio.