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AMOREBIETA: Villanueva, Garmendia, Carro, Blanco, Larreategi, Miki, Salinas (Min. 73, Pan), Arman, Casares, Ibai (Min. 60, Sánchez) y Orbegozo.

SARIÑENA: Ribas, Gallego, Jorge, Úbeda (Min. 78, Pina), Laguarta, Moustapha, Carmelo, Llopis (Min. 72, Mohamed), Árcega, Gassama y Teto (Min. 53, Brian).

Goles: 1-0: Min. 8; Casares. 2-0: Min. 10; Arman, de penalti. 3-0: Min. 70; Orbegozo. 4-0: Min. 80; Pan.

Árbitro: Soto Grado. Amonestó al local Blanco.

Incidencias: Unos 600 espectadores en Urritxe.

amorebieta - El Amorebieta peleará hasta el final por una plaza en la próxima Copa del Rey. Lo reflejó ayer goleando a un Sariñena que demostró por qué certificó su descenso matemático a Tercera cuando aún restaban seis jornadas para acabar la liga. Los azules vieron puerta en cuatro ocasiones materializadas por Casares, Arman, Orbegozo y Pan, pero llegaron tantas veces como quisieron al área de un desganado equipo aragonés.

Los de Leniz comenzaron a pisar área rival con una facilidad brutal desde el inicio, de modo que el primero de la tarde no tardó en caer. En el 8, Casares recibió de Salinas dentro del área y cruzó el balón ante Ribas. Sin tiempo para celebrarlo, los locales lograron el segundo. Fue obra de Arman, tras un penalti cometido sobre Casares. Orbegozo pudo unirse a la fiesta poco después, pero tuvo piedad de un rival que fue tan blando que ni siquiera vio una tarjeta. El nivel de confianza azul se disparó tanto que, al filo del descanso, rozaron dos goles antológicos. Primero fue Larreategi el que intentó sorprender desde su propio campo, y luego fue Arman el que estuvo a punto de hacer un gol desde el córner.

Los zornotzarras salieran relajados tras el descanso y el Sariñena tuvo sus dos mejores y únicas ocasiones. Primero, Gassama puso a prueba a Villanueva, que reaccionó felino al disparo raso. Después, Brian aprovechó un saque rápido para plantarse ante el portero azul y regatearle, pero llegó Garmendia para solventar la situación.

El amago de reacción visitante volvió a despertar al Amore, que reforzó el centro del campo y volvió a hacerse dueño y señor. De ese modo, sin necesidad de forzar demasiado la máquina, siguieron llegando ocasiones locales. Muchas de ellas en los pies, o cabeza, de Orbegozo, que al final marcó en la jugada más extraña. El delantero forcejeó en el área con un rival y, al caer al césped, desplazó el balón a la red casi sin querer. La cuarta diana la logró Pan, al cabecear un centro de Arman. Orbegozo pudo completar la manita en otras dos ocasiones, pero no definió bien.