berlín - El presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, decidió ayer no presentar recurso contra la condena a tres años y seis meses de cárcel, con lo cual entrará en prisión, y anunció que dimite de sus cargos en el club bávaro, tanto de la presidencia del club como la del consejo de vigilancia del campeón alemán.

"Tras hablar con mi familia he decidido aceptar la sentencia de la Audiencia Provincial de Múnich. He dicho a mis abogados que no interpongan recurso", dijo Hoeness en un comunicado.

"Eso es algo que corresponde a lo que entiendo por decencia y responsabilidad personal. La evasión fiscal ha sido el gran error de mi vida y asumo las consecuencias", agregó, para añadir que de manera inmediata renuncia a la presidencia del club y del consejo de vigilancia.

"Con ello quiero evitar daños para mi club. El Bayern ha sido la obra de mi vida y lo seguirá siendo", dijo. Hoeness añadió que, de otra manera a como lo hacía hasta ahora, permanecerá ligado "a este club maravilloso y a su gente".

Hoeness fue condenado por un fraude fiscal de 27,2 millones de euros. La deuda fue consecuencia de las ganancias obtenidas en especulaciones bursátiles realizadas a través de un banco suizo y que no fueron declaradas por Hoeness al fisco.

Las reacciones no se hicieron esperar. El presidente del consorcio de artículos deportivos Adidas, Herbert Hainer, relevó ayer, con carácter provisional, a Hoeness a la cabeza del consejo de vigilancia del Bayern.

Adidas, junto con el fabricante de automóviles Audi, tiene el 25% de la sociedad de acciones del Bayern. El accionista mayoritario es el F. C. Bayern, es decir, los socios, con un 75%. Los socios deberán elegir ahora al sucesor de Hoeness como presidente del club en una asamblea cuya fecha todavía no está determinada.

Por su parte, Pep Guardiola, entrenador del Bayern, mostró su solidaridad con Hoeness. "Llevo sólo unos meses aquí y he visto lo importante que es Uli Hoeness para este club", resaltó. - DEIA-Efe