Eibar1

Sabadell0

EIBAR: Xabi Iruretagoiena; Bóveda, Albentosa, Raúl Navas, Yuri; Errasti, Dani García; Jota Peleteiro (Min. 87, Capa), Arruabarrena, Morales (Min. 70, Diego Jiménez); y Mainz (Min. 58, Gilvan Gomes).

SABADELL: Nauzet, Ciércoles, Cristian, Carlos Hernández, Anibal, Collantes, Longás (Min. 85, Edgar), Toni Lao (Min. 65, Clerc), Sotan (Min. 40, Gato), K. Olivas, y F. Llorente.

Gol: 1-0: Min. 57; Arruabarrena, de penalti.

Árbitro: Antonio Santos Pargaña (Comité andaluz). Amonestó a los locales Arruabarrena, Bóveda y Raúl Navas; y a los visitantes Aníbal y Longás.

Incidencias: 2.716 espectadores en Ipurua.Patxo de la Rica

EIBAR - El Eibar no es un equipo pensado para subir. Es un club humilde, con una plantilla de jugadores que hace un año competían en la división de plata y con retoques llegados a base de mucho esfuerzo. Pero un conjunto que ya gana con la solvencia de los grandes. Y por eso se ha ganado por derecho propio ser el mejor conjunto de la categoría, y ayer lo demostró con un recital de cómo competir ante un Sabadell que no se rindió y buscó de forma desesperada el empate, pero que se encontró con un Eibar sólido y eficaz.

Desde el primer minuto los de Garitano demostraron la diferencia actual entre los dos equipos. Lo hizo hasta que Arruabarrena puso por delante a los armeros desde el punto de penalti a la hora de juego, porque después hubo que sufrir mucho y encomendarse a las paradas de un Irureta inconmensurable. El triunfo sirve para confirmar al Eibar como el mejor de la segunda vuelta después de cinco jornadas y consolidarle en lo más alto. Cuatro triunfos y un empate que le permiten tener ya un colchón de diez puntos con el Las Palmas, séptimo clasificado y el primero que no tiene premio de play-off de ascenso.

INICIO ARROLLADOR

Si los azulgranas acabaron el partido sufriendo pero con la imagen de un grande que controla los tiempos, el inicio del partido fue la versión más arrolladora de los de Garitano. No dejaron respirar al conjunto catalán, y una vez más la presión en el centro del campo fue clave para después aprovechar la zancada y elegancia de Jota para armar las contras. El gallego es la sensación del campeonato, y cada día demuestra que su fútbol es clave para que este Eibar siga dando pasos al frente.

Estuvo en todas las jugadas y fue el primero en avisar al minuto de juego, pero el meta visitante desbarató la ocasión. Poco después erró en el último pase cuando Mainz ya se relamía con un mano a mano. Levantó la cabeza y se hartó de dar asistencias, como lo hizo con Yuri a los 20 minutos, cuando el lateral se atrevió con un lanzamiento desde el borde del área que a punto estuvo de colarse entre las piernas de Nauzet. Los visitantes, aun así, querían el balón, y en una buena jugada Sotan se quedó delante de Irureta, que reaccionó bien y le arrebató el balón con los pies. Fue lo último de un primer tiempo que controló el Eibar, y en el que daba la sensación de que era cuestión de tiempo que se adelantara. Como los grandes.

El primer cuarto de hora de la reanudación fue una continuación del primer acto y a la hora de juego llegó el tanto en una jugada que define a este equipo. Mainz lanzó la contra, Jota condujo y se lo dejó en bandeja a Morales, que tras errar, recortó a un Olivas que no pudo evitar tocar con el brazo al lanzarse a cortar el balón. Penalti claro, y Arruabarrena para dentro con calma y a la izquierda del portero. Entre la locura, el punta tuvo tiempo de acercarse a una pancarta en recuerdo de Urtzi Gurrutxaga, el joven capitán del Tolosa que perdió la vida recientemente, para dedicárselo.

Lo que vino después fue el arreón de unos visitantes que se lanzaron a por el empate pero que se encontraron con un Irureta que voló para detener un lanzamiento de Longás en la primera respuesta visitante, y otro de Gato cinco minutos después.

Los locales dieron un paso atrás y aunque sufrieron, dieron siempre la sensación de controlar el choque. Los grandes saben hacerlo, saben jugar con el cronómetro y este equipo cada día se asemeja más a uno de Primera. El partido moría en campo eibartarra, aunque Morales pudo sentenciar en una contra.