bilbao. Josep María Bartomeu "se siente fuerte" para acometer la tarea de presidir el Barcelona hasta 2016, año en el que concluye el mandato de la actual junta directiva, recogiendo el testigo de Sandro Rosell, quien instantes antes anunció su dimisión en el cargo para preservar la imagen del club ante "ataques injustos", según argumentó, en referencia a la querella interpuesta por apropiación indebida por el fichaje del brasileño Neymar.

Ante la enorme expectación de numerosos medios de comunicación, Sandro Rosell fue más allá y también se amparó en razones personales para justificar su renuncia. Rosell denunció, en una comparecencia sin preguntas, que "desde hace tiempo" tanto él como su familia han sufrido "en silencio amenazas y ataques" que le han hecho pensar "si ser presidente significa tener que poner en riesgo" a su familia.

"En los últimos días, una injusta y temeraria acusación de apropiación indebida ha desembocado en una querella contra mí en la Audiencia Nacional. Desde el primer momento he dicho que el fichaje de Neymar Junior es correcto y que la contratación ha provocado la desesperación y la envidia de algunos de nuestros adversarios", aseguró.

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz admitió el pasado miércoles a trámite la querella interpuesta por apropiación indebida por el fichaje de Neymar por entender que pudo haber respondido a "una simulación contractual", aunque no cree "de urgencia" por el momento citar al querellado, el ya expresidente del club, Sandro Rosell.

El exmandatario defendió que "el derecho de los socios a ser informados debe ser compatible con la defensa del club y la confidencialidad de algunas materias y hechos", en referencia a las cifras del fichaje del brasileño. "Esta confidencialidad es esencial en el mundo del fútbol porque, en caso contrario, puede conllevar unos perjuicios para el propio club", agregó Rosell.

El expresidente se mostró orgulloso de sus más de tres años de mandato y deseó suerte y "todo el apoyo" a quien ha sido hasta ahora su mano derecha en el club, Josep María Bartomeu, su sucesor.

Rosell aprovechó el acto para hacer repaso de los "éxitos" de su mandato que, según dijo, "son el resultado de vencer en los terrenos de juego y superar innumerables obstáculos extradeportivos, políticos, externos y, lo que es peor, algunas veces de nuestro propio entorno", dijo, en referencia a Jordi Casas, el impulsor de la demanda.

la firmeza del sucesor Bartomeu tomó seguidamente la palabra para asegurar que se mostrará "firme, con exigencia y máximo respeto" ante todos los estamentos políticos, judiciales y deportivos en asuntos que afecten al club.

"El primer mensaje es anunciaros que seré presidente hasta el 2016. Nos sentimos fuertes. Fuimos la candidatura más votada en 2010 y lo haremos con la máxima ilusión y compromiso para mantener la excelencia", dijo en una comparecencia que tampoco tuvo opción a preguntas, si bien ha convocado para hoy una conferencia de prensa.

Josep María Bartomeu (Barcelona, 1963), empresario y hombre de confianza de Sandro Rosell era hasta ayer vicepresidente primero del Barça y a partir de hoy será el hombre fuerte de la directiva blaugrana según los estatutos del club.

Bartomeu ya formó parte de una anterior junta directiva, la de Joan Laporta, de la que dimitió después de permanecer en el cargo entre 2003 y 2005, acompañando en el adiós a Rosell. Desde que fue nombrado como número dos de la directiva y vicepresidente deportivo, Bartomeu ha sido el principal apoyo de Rosell, pieza clave en las contrataciones, traspasos y en la renovación de la plantilla.

Bartomeu está casado y es padre de dos hijos. Es consejero delegado de una empresa de ingeniería para puertos y aeropuertos (Adelte Group) y de un grupo de empresas de servicios de mantenimiento integral (Facility Services).