BARCELONA: Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano, Busquets, Xavi (Min. 88, Song), Iniesta (Min. 78, Cesc), Alexis, Messi y Neymar (Min. 85, Pedro).
MILAN: Abbiati; Abate, Zapata, Mexès, Emanuelson, Montolivo, De Jong, Poli (Min. 74, Birsa), Muntari, Kaká (Min. 84, Matri) y Robinho (Min. 46, Balotelli).
Goles: 1-0: Min. 30; Messi, de penalti. 2-0: Min. 38; Busquets. 2-1: Min. 45; Piqué, en propia puerta. 3-1: Min. 82; Messi.
Árbitro: Milorad Mazic , serbio. Amonestó a Abate, Muntari, De Jong y Alexis.
Incidencias: Unos 80.000 espectadores en el Camp Nou.
barcelona. No marcaba desde que lograra el tanto del empate en San Siro, curiosamente también ante el Milan y, cuatro partidos después, Leo Messi resucitó para hacerle un doblete al conjunto italiano (3-1) y sellar el pase del Barcelona a octavos de final de la Liga de Campeones.
Y eso que el encuentro de los azulgranas estuvo en la línea de lo que habíamos visto últimamente. En pleno debate sobre el estilo, el Barça demostró una vez más que su problema no es de identidad futbolística, sino de intensidad en su juego.
Más efectivo que efectista, volvió a arrancar al ralentí, a atacar sin convicción y a especular cuando se adelantó en el marcador. Neymar, una vez más, pareció la excepción. El brasileño fue de nuevo la chispa que prendió el choque. Esta vez, al inventarse, a la media hora, un penalti por un leve agarrón de Abate. Messi se reencontró con el gol fusilando con rabia a Abbiati.
Busquets haría el segundo poco después al cabecear solo dentro del área una falta botada por Xavi.
Parecía que el Barça tenía el partido prácticamente resuelto. Pero el Milan se desperezó en los minutos finales de la primera mitad. Kaká superó en velocidad a Alves y centró el balón desde la línea de fondo con tanta fortuna que pegó en la bota de Piqué para alojarse dentro de la portería ante un ya vencido Valdés.
El conjunto visitante, casi sin quererlo, volvía a estar dentro del partido. Allegri dio entrada a Balotelli por Robinho en el descanso. Martino, en cambio, siguió confiando en su once, curiosamente el mismo que había empatado en San Siro en la anterior jornada de Champions.
El Barça dio otro paso atrás para ceder más protagonismo al rival, en busca de esa combinación a tres toques que su técnico defiende que puede ser igual de bella que una triangulación de dos minutos.
En los últimos minutos, salió Fábregas y el de Rosario se entonó definitivamente. Una doble combinación acabó con el tercero del Barça. Fue el resucitado Messi, que volvió a definir con la habilidad y sutileza que le ha hecho el más grande.