Bilbao. Hacia el minuto 77, el central del Espanyol Diego Colotto batió a Zubikarai, que aquel día, 4 de octubre de 2012, suplió en la portería txuri-urdin al chileno Claudio Bravo, e incendió las gradas de Anoeta. "¡¡Montanier, dimisión...!!". El grito, si no unánime, lo fue mayoritario y, además, la desafección de la hinchada de la Real con el técnico francés venía de lejos, de la campaña anterior, pese a que la Real acabó en una cómoda posición, la decimotercera, con seis puntos por encima del descenso, teniendo en cuenta que el conjunto donostiarra justo había regresado de Segunda División.
La Real perdió aquel día con el Espanyol (0-1) en la décima jornada y ocupó entonces la decimoséptima plaza, con diez puntos en otros tantos partidos, a uno del descenso. El siguiente, frente al Málaga, estaba marcado. En un ambiente viciado el ultimátum se daba por descontado. O el equipo daba buena imagen, o...
La Real ganó en La Rosaleda (1-2), y en el siguiente partido, de regreso a Anoeta, los blanquiazules golearon sin piedad al Rayo Vallecano (4-0). Desde aquel partido contra el Espanyol, el equipo dirigido por el denostado (entonces e incluso bastante después) Philippe Montanier solo ha sumado una derrota en 19 partidos consecutivos. Es decir, una vuelta entera. Ocurrió en el Santiago Bernabéu y frente al Real Madrid (4-3), en la jornada decimooctava. Y lo perdió porque le faltó osadía y suficiente ambición, teniendo en cuenta que el árbitro Iglesias Villanueva expulsó a los seis minutos al portero madridista Adán, que ese día sustituyó a Iker Casillas por desafiar a Mourinho, tras cometer un penalti sobre el mexicano Vela que Xabi Prieto se encargó de transformar.
la racha Durante este tiempo, la Real Sociedad ha sumado once victorias y siete empates. Y además lo ha hecho con un fútbol atractivo, ganándose a pulso la consideración de equipo revelación. La excelente racha realista se apoya en su potencial goleador, ya que es el tercer conjunto más realizador del campeonato, junto con el Atlético de Madrid, con cincuenta tantos.
Convertido en el mejor equipo de la segunda vuelta, en la que está invicta y ha acumulado 22 puntos de treinta posibles, la Real enfila su regreso a Europa y pretende hacerlo por la puerta grande, la de la Liga de Campeones, repitiendo la hazaña protagonizada en la temporada 2002-03, cuando quedó subcampeón liguero, detrás del Real Madrid.
Además, con 48 puntos en su casillero, el conjunto donostiarra ya ha sumado uno más que en toda la temporada anterior. Seis de estos puntos los ha arrancado en victorias significativas, como fue la conseguida en el último derbi del viejo San Mamés (1-3), de enorme valor emocional para la hinchada txuri-urdin y que sin duda pasará a los anales de la historia del club, y la alcanzada frente al todopoderoso Barça (3-2), pues la Real Sociedad ha sido, junto al Real Madrid (2-1), el único equipo en detener a la locomotora azulgrana en la Liga.
el duelo con el málaga El círculo virtuoso se cierra hoy de nuevo frente al Málaga, pero en Anoeta. El rival contra quien protagonizó la sorprendente resurrección deportiva allá por octubre, cuando el técnico Montanier estaba con la guillotina rascándole el cuello.
La Real, que ocupa la cuarta y última plaza que da derecho a disputar la próxima Champions, atesora un punto más que el Málaga, inmediato perseguidor, a quien la confrontación no le puede pillar en peor momento. Sobre todo porque su plantilla está física y mentalmente absorbida por su eliminatoria europea ante el Borussia Dortmund, contra quien jugó el pasado miércoles y volverá a jugar el próximo martes.
Además las estadísticas también se ponen del lado blanquiazul, puesto que la Real ha ganado al Málaga en seis de sus ocho últimos enfrentamientos. De vencer, el equipo de Montanier sacaría cuatro puntos a la escuadra andaluza, además de tener el gol average a favor. Y si fueran pocos los alicientes está a un tris de caer el gol 3.000 de la Real en Primera División. Sólo falta uno, y encima regresa Carlos Vela, su artillero más reputado.