Carreño y Clausi dan un respiro a Jabi Luaces
El conjunto jarrillero vuelve a los triunfos a costa de un zarautz que no inquietó a macías
PORTUGALETE: Macías; Aguiar Goiria (Min. 55, Elustondo), Bergara (Min. 46, Iturriaga), Pinilla, Otiñano, Vidal, Gorka Soria, Clausi, Carreño (Min. 79, Marcos Gondra) y Salcedo.
ZARAUTZ: Jaka; Igor, Luis, Aitor, Ander (Min. 62, Alfonso), Oier (Min. 81, Fernando), Iñigo, Asier, Erik, Iratz y Jon (Min. 16, Pani).
Goles: 1-0: Min. 19; Carreño. 2-0: Min. 31; Clausi.
Árbitro: Landeta. Amonestó a Bergara, Aitor, Pani, Oier y Alfonso.
Incidencias: Unas 800 personas en La Florida.
PORTUGALETE. Los goles de Carreño y Clausi calman las voces jarrilleras que reclamaban un cambio en el banquillo por la temporada irregular que llevaba el conjunto de Ezkerraldea. El conjunto de Javi Luaces mereció mayor renta ante un Zarautz que no se acercó a la portería de Macías.
Los primeros minutos del encuentro fueron de claro dominio jarrillero. En el cinco Clausi lo intentó con un lanzamiento desde fuera del área que se marchó alto. En el siete, una peinada de Carreño la sacó Luis del segundo palo y dos después, Salcedo no llegó a un pase de Aguiar. En el 19, Pinilla sacó el balón de la defensa con una diagonal a banda izquierda. Goiria controló y mandó un centro al área para que Carreño, de cabeza, enviara el esférico lejos del alcance de Jaka.
El Zarautz intentó aproximarse al área de Macías, pero el balón no llegaba a su línea delantera y el Portugalete aprovechaba las recuperaciones del esférico para llegar con peligro al área zarauztarra. Clausi recogió un centro al área en el 31, para driblar a Jaka y, con la izquierda, marcó el segundo para los de Ezkerraldea.
En los primeros minutos de la segunda mitad el colegiado no vio un claro agarrón de Aitor sobre Carreño en el momento que el delantero portugalujo se disponía a rematar de cabeza un centro de Clausi. El Portugalete pudo incrementar su ventaja en el 65, pero ni Vidal ni Iturriaga acertaron a meter el balón entre los tres palos. En el 68, Claus estrelló el balón en el larguero, en lo que fue el principio de un monólogo del conjunto jarrillero.