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La dura competencia

Rusia, Inglaterra y la alianza entre Holanda y Bélgica dan sólidos argumentos y reclaman su derecho

La dura competencia

Bilbao

SEGÚN todos los indicios, la candidatura conjunta de Holanda y Bélgica es la más floja. Rusia tiene casi todo por hacer, pero es una gran potencia, está dispuesta a tirar la casa por la ventana y, a diferencia de Inglaterra o España, jamás ha organizado un Mundial, luego reclama ese derecho al amparo de una norma no escrita por la máximo organismo futbolístico internacional: la alternancia y la oportunidad para todos. Si hay negocio de por medio, claro está.

Rusia

Transporte gratis y reclamación

Andréi Arshavin, delantero del Arsenal, será la principal estrella de la delegación rusa que acudirá a Zúrich ante la ausencia de Vladimir Putin, que a última hora ha declinado su presencia en la sede de la FIFA para evitar cualquier sensación intimidatoria y porque, alega, el voto de cada uno de los 22 hombres que deben elegir la sede del mundial de 2018 ya está decidido con antelación.

"Nunca hemos organizado un Mundial de Fútbol", alegó ayer Arshavin, además de pronosticar que Rusia "construirá campos de fútbol, academias y centros de entrenamiento en los lugares más remotos del país para proveer con oportunidades a las próximas generaciones" al amparo del acontecimiento. El delantero también recordó las virtudes de esta candidatura, amén de corroborar que los aficionados que acudan tendrán viajes gratuitos en los trenes de alta velocidad, que enlazarán las ciudades donde se celebrarán los partidos. Putin, además, recordó que no exigirá visados para entrar al país a la gente que llegue de otras latitudes.

El proyecto de Rusia para la Copa Mundial propone 13 sedes y 16 estadios, de los que 13 serán de nueva construcción. Lógicamente no abarca todo su inmenso territorio y gira principalmente en torno a cuatro anillos: El anillo norte (Kaliningrado y San Petersburgo), un anillo central (Moscú y Podolsk); el anillo del Volga (Yaroslavl, Nizhny Novgorod, Kazan, Saransk, Samara y Volgogrado) y el anillo sur (Rostov-on-Don, Krasnodar y Sochi).

Inglaterra

Proponer el éxito

La candidatura inglesa esgrime nueve razones para reclamar la organización: La pasión por el fútbol que se vive en el país. Un deporte nacional practicado por siete millones de personas a la semana y seguido por más de 30 millones de asistentes a los partidos de Premier League y Football League cada temporada. El apoyo unánime de todos los estratos sociales, instituciones y empresas. La cordialidad de sus gentes y su cultura; estadios emblemáticos; experiencia en organizar grandes eventos deportivos; un clima templado, idóneo para el deporte; una de las mejores infraestructuras futbolísticas del mundo. Y además auguran que la FIFA puede lograr unos beneficios económicos de más 3.200 millones de libras, parte del cual se destinaría a mejorar "las vidas de millones de personas mediante la expansión de programas de desarrollo globales".

La candidatura inglesa propone 12 sedes y 17 estadios. Cinco ya existen y serán renovados, 5 se construirán o ya están en construcción y 7 ya existen sin necesidad de retoque.

holanda-bélgica

Cercanía y ecologismo

Como Rusia, ni Bélgica ni Holanda han organizado antes un Mundial, pero sí la Eurocopa 2000, que fue todo un éxito. Entonces estrenaron un modelo conjunto que ha sido repetido después por Austria-Suiza, en la Eurocopa de 2008 ganada por la selección española, y Polonia y Ucrania, dentro de dos años. Dicho modelo también le funcionó a Corea del Sur y Japón en el Mundial de 2002.

Bélgica y Holanda apuestan por el ecologismo, la funcionalidad de sus estructuras y la cercanía de las sedes. Con el legendario Ruud Gullit como principal rostro de la candidatura, propone 12 sedes y 14 estadios, 6 de los cuales necesitan renovación y siete necesitan ampliación o nueva construcción.

Pocos dan como favorita a una candidatura que ha metido poco ruido. ¿Todo un síntoma?