Güeñes también se rinde al Barça
El equipo azulgrana venció en la final del torneo infantil al Atlético Madrid (2-1)
GÜEñES. El Barcelona cumplió todos los pronósticos y se adjudicó la undécima edición del Trofeo Dani, que se disputa en el Hurtado de Saratxo y cuenta con la colaboración de DEIA, tras superar en la final a un Atlético de Madrid que se presentaba como el único equipo que podía hacer sombra al talento físico y táctico de los azulgranas. El equipo catalán marcó el ritmo de un campeonato caracterizado, otra vez, por la calidad y la gran aceptación popular que tiene, llenando los dos días las instalaciones del Sodupe.
Las semifinales la abrieron Athletic y Atlético de Madrid, que se encontraban después de jugar una fase previa llena de altibajos y titubeos. Los de Lezama necesitaban encontrar su juego ante un filial colchonero que se clasificó gracias a la goleada que el Barça le infligió al Hamburgo a pesar de tener en sus botas fútbol de mucho nivel.
El equipo madrileño no tardó mucho en demostrarlo. Fue el encargado de marcar los tiempos de un encuentro en el que los de Txus Gojendio no acabaron de sentirse a gusto y fueron siempre por detrás, tanto en el juego como en el marcador. Con tres goles repartidos en los momentos clave, los madrileños recuperaron las mejores sensaciones de un equipo que mima la pelota e imprime velocidad a su juego.
El Atlético Madrid se clasificó para la final ante la presencia de José María Amorrortu, responsable de la cantera del Manzanares. El técnico bilbaino aseguró que "este equipo infantil es una buena muestra de lo que queremos conseguir en la cantera del Atlético de Madrid". Amorrortu reconoció que los suyos "sufrieron altibajos, pero estoy muy satisfecho de su participación y creo que junto al Barcelona hemos hecho el mejor fútbol del torneo".
En el segundo encuentro de la jornada, el Barça y la selección de Enkarterri reflejaban dos rutas futbolísticas diferentes que se encontraron en semifinales. Y como resultado se dio el partido más emocionante y divertido del torneo. La grada contenía a una juventud entregada a los locales y a los ruidosos familiares de los culés. Y en el campo se daba un partido igualado, donde los catalanes no se encontraban. Al final, victoria por la mínima del Barcelona y ovación general al portero local que fue el héroe del partido.
una final igualada El equipo de La Masía llegaba a la final con la intención de conseguir el trofeo que se le escapó el año pasado ante el Oporto luso. Por su parte, el Atlético Madrid quería responder con la victoria a la buena progresión que había mostrado a lo largo del torneo, pese a saberse inferiores a su rival.
Los madrileños no le perdieron nunca la cara al partido pero los dos extremos azulgranas, Álvarez y Traoré, y la gran conducción de Enguene les hacía pensar más en defender que en ver puerta contraria. El partido se antojaba ajustado y tan sólo un error del portero colchonero deshizo el empate a uno reinante y dio la victoria final al Barcelona.
Tras la conclusión del torneo, el responsable de la organización, José Ángel Pereda, aseguró que "el balance es muy positivo porque hemos mantenido un gran nivel de calidad y la gente ha respondido con una fidelidad increíble". Para Pereda, lo mejor ha sido "la gran afluencia de gente en el primer día" y lo peor "el nivel, un poco por debajo de lo esperado, de los dos equipos extranjeros que han participado".