Chori Castro impulsa al Mallorca
El Valencia recibirá tocado el jueves al Athletic tras caer en el Ono Estadi
MALLORCA: Aouate; Mattioni, Rubén, Nunes, Ayoze; Varela (Min. 86, Josemi), Borja Valero, Martí, Castro; Webó (Min. 78, Mario Suárez) y Aduriz (Min. 91, Víctor Casadesús).
VALENCIA: César; Alexis, Maduro (Min. 23, Albelda), David Navarro, Alba; Hernández, Banega (Min. 75, Silva), Fernándes, Mata; Domínguez (Min. 57, Vicente) y Zigic.
Goles: 1-0: Min. 6, Chori Castro. 2-0: Min. 21; Webó. 2-1: Min. 46; Alba. 3-1: Min. 61; Fernándes marca en propia puerta. 3-2: Min. 85; Pablo Hernández.
Árbitro: Rubinos Pérez (Comité madrileño). Expulsó con tarjeta roja directa a Manuel Fernándes por agresión a Aritz Aduritz en el minuto 86. Amonestó a Maduro, Pablo Hernández, Varela, Alexis, Ayoze. Ni Fernándes ni Maduro podrán jugar ante el Athletic.
Incidencias: Ono Estadi, ante unos 14.000 espectadores.
PALMA DE MALLORCA. El Mallorca mantiene intactas sus opciones por un puesto en la Liga de Campeones al vencer al Valencia en un partido abierto, jugado a un ritmo trepidante, con numerosas ocasiones de gol en ambas porterías. El equipo ché acabó el partido con diez jugadores por la expulsión con tarjeta roja directa del portugués Manuel Fernandes en el minuto 86, que agredió a Aduriz, una acción determinante, como lo fue el autogol del propio futbolista luso, que se tradujo en el tercer gol balear. Maduro, por acumulación de amonestaciones, tampoco estará el próximo jueves frente al Athletic.
El cuadro de Manzano salió con ganas y logró poner en apuros a su rival. Su fútbol no tiene secretos, y menos a estas alturas de la temporada. Borja Valero es el cerebro, el uruguayo Chori Castro es la sorpresa en la llegada, y Aduriz, el matador en el área. Pero, también cuenta con una zaga sólida comandada por el portugués Nunes, al que acompañó Rubén González por la lesión de Iván Ramis. Todo ello quedó en evidencia en una primera parte buenísima de los bermellones, que ya ganaban 2-0 en el minuto 21 y que pudieron ampliar el marcador con un espectacular remate de Fernando Varela al travesaño.
El equipo de Emery ya venía avisando de que el peligro del Mallorca es su campo, el Ono Estadi, donde los mallorquinistas han sumado 36 de los 48 puntos que acumulan en su casillero, con sólo dos derrotas, ante el Sevilla (1-3) y el Barcelona (0-1). Pero, afectado, quizás, por la dolorosa eliminación de la Liga Europa ante el Atlético de Madrid y el esfuerzo físico desarrollado el pasado jueves, al Valencia se le vio muy apagado durante muchas fases del partido. Sin Villa y Silva en sus filas, al menos desde el inicio, toda una sorpresa al tratarse de dos jugadores desequilibrantes capaces de encontrar espacios inverosímiles por donde hacer daño a las defensas, el ataque del Valencia pasó desapercibido, con excepción de un disparo de Juan Mata. Además, la lesión del defensa holandés Hedwiges Maduro trastocó aún más los planes visitantes y Emery tuvo que recurrir a David Albelda.
emery cambia los planes Ni los argentinos Ever Banega, Alejandro Domínguez, ni tampoco el serbio Nikola Zigic, pudieron con el entramado organizado por los locales en la primera parte. Emery quiso rotar a sus jugadores y dar descanso a Villa, Silva, Barajas y Joaquín, pero el 2-0 le obligó a recomponer la alineación en la segunda mitad. El Valencia recortó por intermedio de Jordi Alba , pero pocos segundos antes, el camerunés Pierre Webó pudo marcar el tercero del Mallorca, aunque lo evitó César en una gran intervención, al igual que en otras dos grandes ocasiones del propio Webó.
El partido entró en una dinámica electrizante con opciones para los dos equipos. El portugués Manuel Fernándes marcó en propia puerta y fue expulsado después. El gol de Pablo Hernández cuando el partido agonizaba, dio alas al Valencia, que tuvo opciones para igualar, especialmente en un remate de Zigic que detuvo el israelí Dudú Aouate, pero al final, el Mallorca defendió su ventaja que le permite mantener intactas sus opciones de optar a la cuarta plaza. El Valencia recibirá tocado al Athletic tras una semana para olvidar. Una buena ocasión para los dirigidos por Caparrós.