El Valladolid se encomienda a Clemente

BILBAO. Seis horas. Élmismolo reconoció.No le hizo falta más. JavierClemente sólo necesitó ese tiempopara volver a liarse la manta a lacabeza y aceptar un nuevo reto en sulargo palmarés. Recibió la llamadade Carlos Suárez, presidente delValladolid, en la medianoche dellunes al martes y “a las 6.30 de lamañanaya estaba cogiendo el coche”para presentarse en la capital castellanaal mediodía y mantener su primeracharla con la plantilla antes deque dirija hoy su primer entrenamientocon los albiazules. Genio yfigura.Ocho jornadas. Son las que tienepor delante ElRubio para sacar adelanteun proyecto que comenzó JoséLuis Mendilibar, que fue destituidoel pasado 1 de febrero con el equipoun punto por encima de los puestosde descenso, y que Onésimo se haencargado de torpedear, al sumarseis puntos de los treinta posibles enlas diez jornadas que El Cabezón seha mantenido al frente del banquillodel Nuevo Zorrilla.

Clemente llega dispuesto a apagarun incendio que está a punto de consumiral Valladolid. Lo sabe y sabeque no tiene tiempo para florituras.Lo asume, como asumió esa condicióncuando llegó en temporadasanteriores al Murcia, al Athletic, alEspanyol, alTenerife, a la Real Sociedado al Betis. Sus últimos equiposen Primera División, donde tuvosuerte dispar, pero a los que llegósiempre con la temporada siemprecomenzada.

Y lo deja claro desde elprincipio: “No puedo estar diciendoque necesito 25 días para que el equipose amolde a mis costumbres. Entres días tienen que ponerse lo máscerca posible de lo que tenemos quehacer. Sobre todo deberemos serambiciosos. Hay que pensar quecada jornada termina la Liga, queson 90 minutos y da igual contraquién juegues porque hay que pensarsolamente en la victoria. Peropara eso hay que jugar con muchosentido. Al fútbol se gana con sentido,no con tonterías, y yo no soy unentrenador de tonterías”.Clemente tendrá que lidiar conuna plantilla en la que la falta decompromiso saltó a la luz la semanapasada, después de que varios jugadoresfueran acusados de haberorganizado una fiesta nocturna enla vecina Salamanca.

El de Barakaldolo sabe y por eso marcó territoriodesde el principio al hacer una declaraciónde principios durante su presentacióncomo nuevo técnico albivioleta:“Soy durísimo con el jugadorque no cumple con su compromiso.Es un compromiso conjuntopara representar a un equipo y auna ciudad en una situación delicada”.Aunque, sabedor de que necesitala colaboración de la plantillatambién dejó entrever que “soy unentrenador muy de vestuario, muyde hablar, muy de exigencia, perotodomuypactado”, siempre y cuando“el propio jugador tiene que saberen qué es bueno y malo”. Palo yzanahoria.Tras el varapalo del pasado domingo,cuando el Villarreal endosó un0-2 al Valladolid en su propio terrenode juego, lo que situó al equipo pucelano a siete puntos de la salvación,Javier Clemente sabe que “sólotenemos que ir a Tenerife pensandoen ganar. Espero que el equipo queyo quiero se vea el sábado y que losque jueguen hagan lo que quiero”.

“TRABAJO SIN TONTERÍAS”

Y lo quequiere es lo mismo que ha exigido atodos sus equipos anteriores: “Eltrabajo de un equipo de fútbol escurrar.No soy un entrenador de tonterías.Veo el fútbol a mi forma ycreo que el fútbol es muy complicadoy muy serio. Para mí el genial yel fundamental es el conjunto”. Elequipo por encima de las individualidadesy el trabajo como la únicafuente que puede llevar a lostriunfos, sabiendo que “no es lo mismola situación actual que la quepodía haber a principios de temporada.Para conseguir el objetivo dela salvación hay que intentarlo. Ésaes mi obligación”.Sabe que tiene ante sí el reto derecortar siete puntos, al menos, aRacing o Málaga para cumplir consu objetivo de dejar al Valladolid enPrimera, pero el empeño no le asusta:“En la vida no hay nada difícil.Loque tenemos que saber es para dóndetenemos que ir. A ver si tengo lasluces posibles para lograrlo”.Para finalizar, Javier Clementeagradeció a Carlos Suárez “la oportunidadque me da de divertirme,porque yo, que era un paradomásdelos muchos que hay, me aburríamucho. Ahora en vez de leer el periódicoy dar un paseo, haré lo que megusta”. El de Barakaldo tiene cuarentadías por delante para conseguirun imposible.