BILBAO ATHLETIC: Iago, Goiria, Etxebarria, Borda, Santamaría, Iñigo Pérez, Eraso, Cerrajería, Mentxaka, Seguín (Min. 81, Miñes) y Arkaitz (Min. 71, Etxaniz).

ALAVÉS: Montero, Carrión, Cuesta, Castells, Morcillo, Alaña (Min. 84, Dani Bouzas), Romerito, Ruano (Min. 69, Rico), Igor Martínez (Min. 77, Segura), Arriaga y Geni.

Goles: 0-1: Min. 92; Rico. 0-2: Min. 94; Arriaga.

Árbitro: González González, castellano-leonés. Amonestó a Etxebarria, Borda, Alaña y Castells.

Incidencias: Unos 2.000 espectadores en Lezama.

bilbao. Una vez más Lezama padeció los pecados de juventud rojiblancos. Unos pecados que desembocaron en una nueva derrota en casa que deja al conjunto de Luis de la Fuente al borde de la zona roja clasificatoria. Aunque el resultado final fue totalmente injusto, los cachorros volvieron a las andadas. A ese instante maldito en el que una plantilla joven e inexperta se ha acostumbrado a fallar. No sólo el entusiasmo otorga los puntos cuando falta oficio. Los equipos veteranos saben afrontar los noventa minutos y la prolongación con seriedad y aplomo, esperando el momento preciso, pueden incluso alzarse con un triunfo, como el de ayer, tan injusto como inmerecido que devuelve al Alavés a los puestos de play-off que no había pisado todavía en el curso 2010.

Es normal que el preparador rojiblanco no encuentre sentido a tanto infortunio. El Bilbao Athletic no estuvo atinado sobre el terreno de juego, pero es que los visitantes se mostraron indolentes y pasivos durante el tiempo reglamentario. Parecían dar por bueno el reparto de puntos. La desesperación del entrenador rojiblanco se acrecienta a medida que pasan las jornadas y la clasificación aprieta por debajo. Para colmo, la siguiente salida de los cachorros es frente a un rival directo, la Cultural Leonesa, que transita con los mismos puntos que los rojiblancos.

La historia se repite. Ocurrió en Lasesarre, en la primera jornada, en Ponferrada y en casa también en varias ocasiones: ante el Eibar, Barakaldo y ayer de nuevo frente al Alavés. Un hecho tan repetitivo como preocupante. Los cinco casos se saldaron con derrotas. Sin duda, una pérdida desmedida de puntos.

partido insulso El partido no pasará a la historia por su fútbol. Juego sin profundidad en una mañana soleada con la grada repleta motivada por la innecesaria previa de un derbi que se calentó demasiado antes de jugarse. La primera mitad apenas presenció ocasiones. Arkaitz remató con la puntera un buen balón de Mentxaka y Geni no pudo aprovechar un pase de la muerte ante Iago. Una por cada bando. Antes del descanso, Arriaga, que por primera vez volvía a Lezama y derrochaba gotas de calidad, recortó a Borda y se quedó solo en el área pequeña sin encontrar la red.

El segundo acto trajo alguna llegada más importante a las áreas. La emoción mantenía el espectáculo. Los locales llevaban la iniciativa y las ganas. Un balón medido de Iñigo Pérez no fue aprovechado por Xabi Etxebarria, de cabeza, ante el meta albiazul. El tiempo transcurría y otra vez Joseba Arriaga se plantó solo ante Iago Herrerín que una vez mas volvió a salvar a los bilbainos. Las pocas ocasiones las desbarataban los porteros hasta que en la prolongación un chutazo de Rico se coló por el palo corto sorprendiendo a Iago. El premio que se llevaba el equipo albiazul era desmedido con respecto a los méritos contraídos. Para colmo de la mala suerte, casi a renglón seguido, Arriaga, que llegó a Mendizorrotza cedido del Cádiz en el mercado de invierno, finalizó una jugada trenzada y logró su quinto gol en una Liga en la que ha disputado doce encuentros. Desmoralizados los locales deben pensar en la Cultural porque no tienen tiempo para lamentos y el equipo debe reaccionar de nuevo y evitar la maldición de los minutos finales en las siete jornadas que restan hasta el final de la competición.