bilbao. Había vuelto al fútbol europeo porque pensaba que eso le daría la oportunidad de jugar su cuarto Campeonato del Mundo de fútbol y seguir aumentando su leyenda. Esa que le convierte en el único jugador inglés que ha marcado en tres Mundiales. Abandonó la disciplina de Los Angeles Galaxy para recalar, como cedido, en el Milan desde enero pasado con el único fin de preparar a conciencia la cita de Sudáfrica. David Beckham (Londres, 2 de mayo de 1975), sin embargo, no podrá defender la camiseta de los pross en el estreno de un Mundial en el continente negro. Una lesión en el tendón de Aquiles, que se produjo el domingo de manera fortuita en el encuentro que enfrentaba al equipo rossonero con el Chievo Verona, es la responsable de que el más mediático de los futbolistas de la historia permanezca fuera de los terrenos de juego hasta la próxima temporada.
Conocida la gravedad de su lesión, David Beckham no quiso dejar ningún detalle al azar. Confió la recuperación de su tendón al, posiblemente, mejor especialista mundial en la materia, el finlandés Sakari Orava. Con los informes previos, y antes de pasar por el quirófano, el galeno nórdico, calificó la lesión como "grave", para añadir que "jugar el Mundial es una meta poco realista".
El centrocampista, tras recibir la mala noticia, procedió ayer a pasar por el quirófano de Orava, quien calificó la operación como "un éxito" y duró 50 minutos. Asimismo, el británico podrá abandonar el hospital mañana, según los médicos.
Lo que parece totalmente descartado es que el centrocampista inglés planee abandonar la práctica profesional del fútbol, según aseguró su agente, Simon Oliveira. "No es el final de su carrera. Aunque se perdiera el Mundial, su objetivo es jugar de nuevo con Los Angeles Galaxy hasta el final de la Major League Soccer", aseguró Oliveira.
De todas maneras parece difícil que Beckham vuelva a la élite. A punto de cumplir 35 años, el inglés ha dado lo mejor de sí mismo desde que debutara en el Manchester United en 1995. En las filas del equipo de Old Trafford, ganó cinco Premier Leagues, dos Copas, una Liga de Campeones y una Intercontinental, estas dos últimas en 1999, cuando fue reconocido como jugador más valioso de la competición continental y ganó el Onze de Oro.
En el verano de 2003 recaló en el Real Madrid que presidía entonces Florentino Pérez como el cuarto galáctico. Su trayectoria en el Santiago Bernabéu fue menos brillante que la que esculpió en el United.
Tras su paso por Madrid, cruzó el Atlántico y se asentó en Los Angeles para aumentar su glamour y el de la Liga estadounidense. Pero las llamadas del Milan, el curso pasado y éste, le hicieron emprender el camino de vuelta. El inglés no quiere que esta lesión ponga el punto final a su carrera. No tendría el glamour que se merece Beckham.