Bizkaia vive un momento clave en su trayectoria como territorio innovador y competitivo en Europa. Durante las dos últimas décadas, el territorio ha consolidado una base económica sólida, apoyada por sectores industriales avanzados, servicios tecnológicos y una red de instituciones que han apostado y mostrado su prioridad hacia el I+D, la digitalización y la atracción de talento.

En este sentido, Bizkaia consolida su posición como uno de los ejes principales de innovación en Euskadi. Según datos recientes, el 47,8 % de las empresas de Bizkaia declararon haber realizado al menos una actividad innovadora en 2024. Esta cifra supone un aumento de 6,7 puntos porcentuales respecto al año anterior, lo que evidencia un claro impulso en la cultura innovadora entre el tejido empresarial de la provincia

Además, aproximadamente 6 de cada 10 empresas han llevado a cabo actividades innovadoras en los últimos cuatro años, sea de forma continua o intermitente.

Este dinamismo empresarial se inserta en un contexto más amplio de inversión en I+D a nivel del conjunto de Euskadi. En 2024, el gasto en I+D interna en la comunidad autónoma alcanzó 2.114,2 millones de euros, un 5,6 % más que en 2023, lo que representa un nuevo máximo histórico.  De ese total, Bizkaia concentró el 45,9 % del gasto interno en I+D, lo que equivale a unos 969,4 millones de euros durante ese año. Sin embargo, en relación con su PIB provincial, la intensidad de I+D en Bizkaia se sitúa en torno al 1,94 % en 2024. 

Aun así, estos datos suponen una contribución significativa para mantener al conjunto de la comunidad por encima de la media estatal—y cerca de los estándares europeos— en materia de inversión en investigación.

Sin embargo, el contexto global actual —marcado por la transición energética, la automatización, la inteligencia artificial y la competencia internacional— plantea nuevos desafíos y oportunidades que Bizkaia, como otros territorios y países, busca abordar mediante una estrategia colaborativa entre administraciones públicas, entidades educativas, centros tecnológicos, grandes empresas y pymes.

Conscientes de ello, en DEIA hemos querido poner rostro y voz a esta realidad para conocerla de cerca y aventurar los retos del mañana con los principales agentes implicados. Y para ello, nada mejor que dar forma a la cita ‘Talento, colaboración y futuro empresarial’ que tendrá lugar mañana a partir de las 10.00 horas el hotel The Artist en Bilbao. 

Para esta mesa redonda contaremos con Javier Garcinuño, Director de Bilbao Ekintza; Nagore Tellado, directora de Innovación y la Oficina de Transferencia del Conocimiento de la UPV/EHU; Gotzon Bernaola, coordinador general de Innovación Empresarial de la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque y Daniel del Río, director de Compras de Bizintek Innova. 

Los cuatro serán precedidos por un saludo inicial a cargo de Ainara Basurko, Diputada Foral de Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia, que destacará esta realidad antes puesta de manifiesto, así como las políticas llevadas a cabo desde la Diputación en su apuesta por apoyar la innovación como motor económico del territorio. 

Ecosistema innovador desde el talento

Uno de los pilares fundamentales de la estrategia de innovación es el talento, tanto en su formación como en su retención y atracción. Bizkaia cuenta con instituciones educativas de referencia, como la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), que forman a miles de estudiantes cada año en ingenierías, ciencias sociales, biociencias y nuevas tecnologías. La Universidad está considerada una institución educativa en la que se imparte una educación de excelencia para que se gradúen jóvenes talentos con una excelente formación.

Y ahora está inmersa en un proceso de evolución en la que la entidad docente está volcada en la transferencia de su conocimiento a la sociedad, en tener impacto en la sociedad en general, en un sentido amplio y en concreto en transferir el conocimiento y la tecnología que se desarrolla a las empresas o mediante la creación de spin-off.

Además, las formaciones profesionales también han adquirido un papel protagonista al alinearse con las necesidades actuales de la industria de cara a un futuro innovador y competitivo.

Aun así, el territorio se enfrenta a un reto compartido por muchas regiones europeas: la brecha entre la demanda de perfiles tecnológicos y la disponibilidad de profesionales cualificados. Áreas como la inteligencia artificial, la ciberseguridad, la analítica avanzada, la robótica colaborativa o las energías renovables registran una necesidad creciente de especialistas.

La Universidad está considerada una institución educativa en la que se imparte una educación de excelencia para que se gradúen jóvenes talentos con una excelente formación.

Bizkaia está respondiendo mediante programas de formación continua, iniciativas de reconversión profesional, planes de becas y proyectos de atracción de talento internacional.

En el ámbito empresarial, Bizkaia presenta una economía diversificada en la que conviven sectores industriales tradicionales —como la automoción, la energía, la siderurgia o la fabricación avanzada— con nuevas actividades asociadas al conocimiento. 

Las pymes, que representan más del 95% del tejido empresarial, desempeñan un papel esencial en la generación de empleo y en la dinamización económica del territorio. Su principal desafío consiste en adaptarse a los cambios tecnológicos, digitalizar procesos, incorporar soluciones de IA y adoptar modelos de negocio sostenibles que les permitan competir en un entorno cada vez más globalizado, como nos constará uno de los ponentes a esta interesante cita de mañana miércoles.

Para acompañar en este proceso, las instituciones públicas, en especial la Diputación Foral de Bizkaia, han impulsado políticas de inversión y programas de colaboración que fomentan el emprendimiento, la investigación aplicada y la innovación abierta. Iniciativas que buscan crear un entorno favorable para el crecimiento de empresas innovadoras, así como para la llegada de nuevas inversiones internacionalmente estratégicas. 

Una realidad marcada por la transformación digital

La transformación digital y la sostenibilidad son dos ejes que definen el presente y el futuro económico de Bizkaia. La transición energética constituye uno de los pilares de las políticas públicas y del tejido industrial. 

En paralelo, la digitalización ha dejado de ser un proceso opcional para convertirse en un factor crítico de competitividad. Las instituciones han impulsado programas de digitalización avanzada y adopción de nuevas tecnologías para pymes y esta colaboración público-privada permite que incluso las empresas más pequeñas puedan acceder a tecnologías que antes estaban reservadas a grandes corporaciones.

Las pymes, que representan más del 95% del tejido empresarial, desempeñan un papel esencial en la generación de empleo y en la dinamización económica del territorio

A todo esto se suma la proyección internacional de Bizkaia como otro elemento clave en su posicionamiento competitivo. La presencia en redes europeas de innovación, la participación y colaboración en proyectos con regiones punteras refuerzan la capacidad de Bizkaia para mantener una economía abierta y conectada. 

La apuesta por ser un territorio atractivo para la inversión extranjera también se refleja en la mejora de las infraestructuras, como el puerto de Bilbao, el aeropuerto o los parques tecnológicos, así como en la calidad de vida, donde el balance entre entorno natural, servicios públicos y estabilidad social actúa como elemento diferenciador.

No hay futuro sin innovación

Mirando al futuro, Bizkaia se enfrenta a retos que requieren una visión integral y coordinada. La demografía es uno de ellos: el envejecimiento poblacional y la menor tasa de natalidad hipotecan la disponibilidad de talento a largo plazo. Para contrarrestarlo, será necesario reforzar la atracción de profesionales internacionales, mejorar la conciliación laboral y familiar y modernizar los modelos de formación.

Asimismo, la aceleración tecnológica exige que las empresas mantengan un ritmo continuo de actualización y que las personas desarrollen habilidades digitales, creativas y colaborativas. La economía del conocimiento demanda perfiles capaces de trabajar en entornos multidisciplinares y globales, donde la innovación no depende solo de la tecnología, sino también de la cultura empresarial y de la capacidad para generar alianzas estratégicas.

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En conclusión, Bizkaia se encuentra en un momento de oportunidad. La base está construida: instituciones comprometidas, centros educativos de excelencia, empresas con visión de futuro y un amplio ecosistema de innovación. 

El reto consiste en reforzar la colaboración entre todos los actores, acelerar la adopción de nuevas tecnologías, atraer y desarrollar talento, y consolidar un modelo económico sostenible, competitivo e inclusivo. Si logra hacerlo, Bizkaia no solo mantendrá su posición como territorio innovador en Europa, sino que podrá convertirse en un auténtico motor de desarrollo económico para las próximas generaciones.