Bilbao es una urbe que ha experimentado en las últimas décadas una profunda transformación que ha puesto de relieve el papel estratégico de agentes público-privados para consolidar un modelo urbano más habitable, inclusivo y sostenible. La rehabilitación de viviendas responde, por tanto, a la necesidad de adaptar un parque residencial que, en muchos casos, presenta carencias de accesibilidad, eficiencia energética o adecuación a las nuevas formas de habitar.

En barrios tradicionales de Bilbao, como Otxarkoaga, San Francisco o Bilbao La Vieja, se concentra una parte significativa de edificios construidos a mediados del siglo XX, que requieren intervenciones para mejorar su seguridad estructural, aislamientos, sistemas de climatización o accesos mediante ascensores. Estas actuaciones no solo prolongan la vida útil de los edificios, sino que permiten garantizar la dignidad y el bienestar de sus residentes, muchos de ellos personas mayores o familias con menos recursos.

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El foro ‘II Encuentro DEIA Rehabilitación de Vivienda: ayudas a la rehabilitación de viviendas’, en imágenes Miguel Acera

Este fue el tema central que se puso sobre la mesa ayer en el foro que DEIA organizó para poner en valor qué se está haciendo en materia de rehabilitación y regeneración urbana, si se están cumpliendo los compromisos adquiridos en este sentido, qué ayudas públicas se otorgan y cómo será el futuro de estos barrios que ahora se van quedan obsoletos. Proyectos que, en definitiva, han demostrado ser motores de cohesión social y dinamización económica en estas zonas. 

Un interesante encuentro que tuvo lugar en el Hotel Ilunion donde contamos con la participación de Jon Bilbao, concejal de Regeneración Urbana y presidente de Surbisa; Yolanda Díez, concejala delegada del Área de Vivienda del Ayto. Bilbao; Alberto Garay, promotor del Negocio de Rehabilitación de Comunidades de Mendebaldea en Laboral Kutxa; Iñigo Corrales, gerente de Grupo Kursaal; Pablo Nistal, arquitecto y presidente de COAVN Bizkaia y Gonzalo San Antonio, director de AENOR.

Más allá de reparar viviendas deterioradas

Esta idea se repitió en varias ocasiones durante el turno de palabra de los seis ponentes del encuentro. No se trata únicamente de reparar o restaurar edificaciones deterioradas, sino de repensar los espacios existentes para que respondan a las necesidades contemporáneas de sostenibilidad, inclusión y desarrollo tecnológico. En este sentido, la rehabilitación se convierte en un auténtico motor de eficiencia, accesibilidad e innovación, con impactos positivos tanto en la calidad de vida de las personas como en la competitividad de las ciudades.

La rehabilitación es repensar los espacios existentes para que respondan a diferentes tipologías de necesidades

Uno de los aspectos más evidentes es la eficiencia energética. La rehabilitación de edificios y viviendas permite reducir significativamente el consumo de recursos, especialmente en sectores donde gran parte del parque inmobiliario presenta deficiencias en aislamiento térmico, ventilación o sistemas de climatización.

De esta manera, la rehabilitación contribuye a cumplir objetivos globales de sostenibilidad y, al mismo tiempo, genera ahorros económicos para los usuarios.

La accesibilidad constituye otro eje fundamental. Rehabilitar no es solo mejorar la apariencia o el rendimiento energético de un edificio, sino garantizar que todas las personas, independientemente de su edad o capacidad física, puedan habitarlo y disfrutarlo en condiciones de seguridad y autonomía. Esta visión social de la rehabilitación refuerza la cohesión comunitaria y responde a un derecho básico: el acceso equitativo al entorno construido.

Por último, no hay que olvidar el impacto económico y cultural de la rehabilitación. Más allá de los beneficios ambientales y sociales, cada proyecto genera empleo, revitaliza barrios y preserva el patrimonio arquitectónico. Rehabilitar supone reconocer el valor de lo existente, adaptarlo a las demandas actuales y proyectarlo hacia el futuro sin perder su identidad.

Así, la rehabilitación se convierte en un puente entre tradición y modernidad, capaz de ofrecer respuestas responsables en un mundo que exige sostenibilidad, inclusión y creatividad.

La regeneración de viviendas como motor de cohesión social y dinamización económica en estas zonas obsoletas

Sin embargo, como alertaron algunos de los participantes del encuentro en los últimos tiempos asistimos en Euskadi a un frenazo en la rehabilitación integral de viviendas. A pesar de los esfuerzos institucionales por impulsar la eficiencia energética y la accesibilidad en el parque inmobiliario, en la práctica lo que predominan son obras menores: cambios de ventanas, mejoras de acabados o reparaciones puntuales. El salto hacia proyectos de mayor envergadura, que permitan renovar de manera integral edificios antiguos y adaptarlos a las exigencias actuales, se ha visto ralentizado por diversos factores.

Y uno de los principales obstáculos es el alto coste económico que suponen estas intervenciones. A esto se suma la complejidad administrativa: los trámites y licencias pueden prolongarse durante meses, desincentivando a los vecinos a iniciar obras de gran alcance. La consecuencia es un desequilibrio entre la urgencia de transformar un parque de viviendas envejecido y la realidad de las intervenciones, centradas en mejoras parciales que apenas alteran la eficiencia energética o la accesibilidad. 

El reto para Euskadi pasa, por tanto, por articular nuevos mecanismos de financiación y simplificación administrativa que permitan dar un salto cualitativo: pasar de pequeñas obras de mantenimiento a verdaderas transformaciones urbanas.

Las principales impresiones de los participantes al foro

Momentos del debate de ayer Markel Fernández

“Se han movilizado más de 320 millones de euros”, Jon Bilbao

 Surbisa ha cumplido 40 años este 2025 y con este motivo, Jon Bilbao quiso resaltar el trabajo, “mucho en todo este tiempo”, que se ha hecho durante estas cuatro décadas de andadura de esta entidad pública. “A mí me gusta remarcar ese trabajo que hacemos de fondo y que muchas veces se desconoce. Es bueno no solo quedarse con los datos, sino dar el valor que merece a la labor de regeneración que, como digo, lleva implicado el concepto de redistribución y de justicia social”.

“Es importante prestar atención a los más vulnerables”, Yolanda Díez

Durante su turno de palabra, Yolanda Díez puso sobre la mesa la realidad de las más de 4.000 viviendas que hoy en día hay en los distintos distritos de la ciudad que necesitan ser rehabilitadas y donde viven cerca de 9.000 personas. “Son vecinos y vecinas que residen en viviendas donde no se garantiza la accesibilidad, donde los materiales no son de calidad ya que se construyeron a finales del siglo pasado y donde no hay un confort térmico que es esencial para vivir de manera saludable”. 

“Lo importante no es vivir mucho, sino vivir bien”, Alberto Garay

“Desde el sector de la banca estamos tomando un papel muy relevante en la regeneración de las viviendas”, explicaba Alberto Garay, al tiempo que ponía sobre la mesa el compromiso que desde hace años tiene Laboral Kutxa en todo lo que es rehabilitación y sostenibilidad en materia de viviendas. “En la actualidad, el 25% de nuestros beneficios se va a dirigir, a la hora de revertir en la sociedad, hacia esta rehabilitación donde creemos que se necesita la colaboración privada”.

“El sector de la rehabilitación se está adormeciendo”, Iñigo Corrales

“La gente cuando busca un argumento para llevar a cabo la rehabilitación de una vivienda debe pensar no solo en la revaloración de esa casa, sino en el ahorro que a la larga conseguirá desde el punto de vista energético”, exponía ayer Iñigo para reforzar la idea clave de que la regeneración no es un gasto, sino una inversión importante. Eso por no hablar del aspecto de la salud que viene asociado a la mejora de una vivienda obsoleta y “que necesita algo más que un lavado de cara”.

“Ahora cada vez hay más reformas de orden menor”, Pablo Nistal

“Con los datos que tenemos del CSCAE hemos comprobado cómo en Euskadi el porcentaje de superficie de viviendas que se están rehabilitando se ha reducido de manera considerable, tanto a nivel residencial como no residencial. Esto supone que, en la práctica, se están realizando menos proyectos de rehabilitación de edificios, lo cual nos indica que todavía hay mucho por hacer y nos preocupa”, alertaba ayer este arquitecto de dilatada experiencia y trabajo.

“El tren de la rehabilitación se debe seguir moviendo”, Gonzalo San Antonio

Cerraba el turno de palabra en el foro celebrado ayer sobre regeneración de viviendas el director de la sede de AENOR en el País Vasco incidiendo en la realidad de un sector, el de la rehabilitación, que se encuentra en un momento de cambio con dos retos importantes en este sentido como son la sostenibilidad y el encontrar a personal cualificado y mano de obra. “Vamos a ver movimientos en el sector desde el punto de vista normativo y social y es necesario adaptarse”, expresó