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II Encuentro Rehabilitación y Vivienda

Vivir mejor: un reto social y energético

Nuestras ciudades y pueblos están cambiando su fisionomía y ven la necesidad de apostar por la rehabilitación de las viviendas hacia un urbanismo más social y sostenible

Vivir mejor: un reto social y energéticoPankra Nieto

La rehabilitación de viviendas y el replanteamiento del urbanismo en clave social y medioambiental se han convertido en uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo. Pongamos el contexto: en Bilbao hay más de 160.000 viviendas cuya antigüedad media es de más de 55 años, y la mayoría de ellas fueron construidas antes de la década de los 80.

Esto es, hogares que no cumplen criterios de eficiencia energética ni de accesibilidad adaptados a las necesidades actuales. Esta situación se traduce en un consumo excesivo de energía, en dificultades de habitabilidad y en desigualdades sociales cada vez más marcadas en las ciudades y pueblos. 

Puedes conseguir aquí tu invitación para el evento

Este tema, así como el de las ayudas para acometer esas reformas, centrará la mesa redonda que se celebra el próximo lunes 29 de septiembre a partir de las 10.30 horas en el Hotel Ilunion de Bilbao. Ese día será la cita el ‘II Encuentro DEIA Rehabilitación de Vivienda: ayudas a la rehabilitación de viviendas’ que reunirá a expertos en la materia para analizar las claves en este sentido: Jon Bilbao, presidente de Surbisa y concejal del Ayuntamiento de Bilbao; Yolanda Díez, concejala delegada del Área de Vivienda del consistorio bilbaíno; Alberto Garay, promotor del Negocio de Rehabilitación de Comunidades de Mendebaldea de Laboral Kutxa; Iñigo Corrales, gerente de Grupo Kursaal; Pablo Nistal, presidente de COAVN Bizkaia y Gonzalo San Antonio Cledou, director de la sede del País Vasco de AENOR.

Interesantes perfiles a los que escucharemos bajo la moderación del periodista de Onda Vasca Txema Gutiérrez. Las conclusiones de este encuentro se podrán conocer al día siguiente en nuestro periódico impreso y digital.  

Retos en la rehabilitación de viviendas

El primer gran reto es energético y ambiental cuando se habla de rehabilitación de estos hogares. Los edificios son responsables de cerca del 40% del consumo energético y de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero. La rehabilitación, por tanto, no solo debe centrarse en mejorar la estética o la funcionalidad de los inmuebles, sino en garantizar un uso eficiente de recursos, reducir la demanda energética y apostar por fuentes renovables. 

Pisos en Ortuella

El segundo reto está ligado a la equidad social. La renovación de barrios debe acompañarse de políticas de vivienda accesible, ayudas a colectivos vulnerables y fórmulas de financiación que no dejen atrás a quienes más lo necesitan. La dimensión social del urbanismo implica diseñar espacios que promuevan la cohesión comunitaria, que faciliten el acceso a servicios básicos y que prioricen la calidad de vida de todos esos vecinos.

Por último, el tercer gran reto es el territorial. No todos los contextos urbanos y rurales enfrentan los mismos problemas ni requieren las mismas soluciones. Esto obliga a pensar en la rehabilitación como una estrategia flexible y adaptada a cada realidad, capaz de generar empleo local, preservar el patrimonio cultural y natural y dinamizando la economía de proximidad.  

Verlo como inversión y no como gasto

En ocasiones, las reformas de viviendas con esos objetivos en mente requieren inversiones elevadas y, a menudo, los propietarios o comunidades de vecinos carecen de la capacidad económica o del conocimiento técnico para emprenderlos. Esto, además de generar un cuello de botella hacia la transición ecológica, paraliza muchas veces esas necesarias rehabilitaciones. 

En este contexto aparecen las ayudas públicas a la rehabilitación de viviendas con el objetivo de incentivar a comunidades de vecinos y propietarios individuales para emprender obras que, de otra forma, serían muy difíciles de afrontar por sus elevados costes. 

En su caso, el Ayuntamiento de Bilbao, a través de Surbisa, juega un papel protagonista en la gestión de estos programas. Esta entidad municipal ofrece asesoramiento técnico y administrativo a los vecinos, ayuda a tramitar las solicitudes y coordina actuaciones integrales en barrios que requieren una intervención más profunda. La meta es alcanzar hasta el año 2036 la regeneración de más de 55.000 viviendas, lo que supone aproximadamente un tercio del parque residencial.

Aunque las ayudas públicas son sustanciales, en muchos casos no cubren el 100% de la inversión necesaria, lo que obliga a comunidades de vecinos a realizar un esfuerzo económico significativo. Por ello, se están promoviendo fórmulas de colaboración público-privada y líneas de crédito específicas para facilitar la ejecución de proyectos.

En definitiva, las ayudas a la rehabilitación de viviendas en Bilbao constituyen una oportunidad histórica para transformar la ciudad. No se trata solo de renovar edificios, sino de avanzar hacia un modelo urbano más inclusivo, eficiente y sostenible. Apostar por la rehabilitación es invertir en la calidad de vida de los vecinos y en el futuro de la ciudad y de las personas que viven (y vivirán) en ella.