- Que el coronavirus se iba a llevar por delante el voto de miles de personas en las elecciones autonómicas de mañana ha sido una sombra que ha sobrevolado la cita desde el inicio y ha tomado cuerpo con el foco de Ordizia. Pero, a unas horas de que mañana abran los colegios electorales, las consecuencias reales de los rebrotes parecían ayer bastante limitados, al menos a la espera de ver cómo evolucionan los datos. Tras haber especulado EH Bildu con un gran descuadre en la abstención por el foco de Ordizia para restar validez a la cita, la consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga, redujo ayer a un impacto mínimo el número de personas que no podrán ejercer su derecho de sufragio por haber contraído el virus: dijo que no llegan a las 200 en toda la comunidad autónoma, lo que supone un porcentaje ínfimo del censo de 1,7 millones de residentes en los tres territorios. Al margen del posicionamiento de Murga, del que puede recelar la izquierda abertzale por considerar que es el discurso político del PNV, llegó un nuevo aval jurídico, de la Junta Electoral vasca, que se reafirmó en que el Gobierno de Urkullu ha puesto en marcha medidas para garantizar el proceso, y asume también que exista la salvedad de esos “segmentos reducidos de la población” que no podrán votar.

La candidatura de EH Bildu había enviado una solicitud de aclaración por el caso de una persona que dio positivo en el test PCR y quería conocer si debía acatar la orden médica de quedarse en casa o podía ignorarla e ir al colegio, y cómo hacerlo sin poner en riesgo a otras personas. La Junta se reunió ayer por la mañana para asegurar que hay garantías salvo para esos “segmentos”, a los que considera “reducidos”. Emplaza a “atender las directrices” de Salud. Estas personas no pueden votar ya porque han enfermado a última hora y se les ha pasado el plazo para hacerlo por correo. El Gobierno vasco recordó que en otras convocatorias ya se producían las bajas de las personas con infartos, ictus o accidentes de tráfico, y había confinamientos forzados en los pacientes de tuberculosis.

positivos y contactos

El Gobierno vasco dio publicidad a las medidas para garantizar la seguridad de los comicios. Este es un debate muy complejo donde hay que conjugar los derechos a la salud y la participación política. Existen tres casuísticas. Por un lado, no podrán votar las personas que hayan dado positivo en sus pruebas. Murga dijo que no alcanzan las 200 en toda la comunidad, pero la afección para las elecciones podría ser inferior, porque entre esas personas hay menores de edad y otros colectivos que no tienen derecho a voto. La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, aclaró que la ley electoral no contempla permitir que voten unos días más tarde de las elecciones. Reveló que propuso a la Junta Electoral Central habilitar un procedimiento específico para estas personas, como sucedió en el Estado cuando el Supremo activó un cauce en las elecciones generales para las fuerzas de seguridad desplazadas a Catalunya. Pero la Junta se ha declarado no competente. Estas personas tampoco podrán estar en las mesas electorales. En Ordizia, los positivos eran ayer 69.

La segunda tipología es la de los contactos estrechos de los enfermos. Aunque hayan dado negativo en una primera prueba, no podrán trabajar en las mesas electorales porque no se recomienda que estén en contacto con otras personas por largos periodos de tiempo. Sí podrán votar a la espera de que se les haga el segundo test, si van con mascarilla quirúrgica, y “preferiblemente” con el voto preparado desde casa. Deberán volver de inmediato a su hogar. El asunto de la papeleta preparada desde casa ha suscitado polémica, aunque lo que aclara el protocolo de Salud es que será la opción preferente, no obligatoria. Así se desactiva la crítica del alcalde de Ordizia, que se quejaba de que los ciudadanos afectados quizás no tenían en su hogar las papeletas de todos los partidos, en una alusión implícita a los minoritarios que no pueden recurrir al buzoneo (como los partidos animalistas o los partidarios del escaño en blanco). Podía darse también el caso de que el ciudadano en cuestión no hubiera sido previsor y no hubiera conservado las papeletas que le iban llegando, por pensar que siempre le quedaba la opción de cogerlas en el colegio, aunque se ha recomendado durante semanas llevar el voto desde casa en cualquier caso, se esté enfermo o no. Es la vía preferente, pero no obligatoria. Y, de todos modos, se obligará a estas personas a una intensa higiene de manos.

Con carácter general, podrán votar, pero estarán sometidas a vigilancia, se les enviará hoy un mensaje y serán valoradas para observar si tienen síntomas como fiebre o tos y poder reconsiderar el nivel de riesgo. El teléfono de contacto es el 900 20 30 50. En total, son unas 500 personas. Además, deberán acudir a votar en las franjas horarias menos concurridas. Tras asegurar en un primer momento que no iba a asumir ninguna responsabilidad por estos riesgos, el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro, adoptó ayer una posición más colaborativa y propuso que voten de 14.00 a 15.00 horas, y los colegios se situarán de manera preferible al aire libre. Habrá filas para los mayores de 65 años y embarazadas, y los presidentes de mesa se protegerán con pantallas de metacrilato y sin tocar los DNI. El Departamento de Salud va a intensificar la comunicación con los contactos de los positivos para trasladarles el protocolo.

a la espera del primer test

En tercer lugar, Murga aludió a las personas que están a la espera de los resultados de su test. No podrán votar ni estar en las mesas. Este dato puede engordar el número de personas que se queden sin votar en el ínterin, pero Murga aclaró que el tiempo de espera de los resultados es de 8 horas, de manera que habrá un buen número que podrá incorporarse a la votación si da negativo.

los tres casos

Positivos en el test. No podrán ir a votar ni participar en las mesas electorales. El Gobierno vasco calculaba ayer que no llegan a las 200 personas en toda la comunidad.

Contactos que han dado negativo en un primer test. No podrán acudir a la mesa electoral porque no deben compartir espacio con otras personas por largos periodos de tiempo. Pero sí podrán votar, con rapidez, con mascarilla quirúrgica y llevando de manera preferente el voto desde casa. Tendrán que someterse a una higiene profusa de sus manos y guardar distancias de 1,5 o 2 metros. Se pide que acudan en las horas de menor afluencia. Ordizia ha habilitado la franja desde las 14.00 hasta las 15.00 horas, el tiempo para comer.

A la espera del test. No podrán acudir a la mesa ni votar, pero el tiempo de espera del resultado es de 8 horas y podrán incorporarse si dan negativo.