Frente a la incertidumbre general, los tonos crispados y, en ocasiones, histriónicos, que se vive en la política global, el lehendakari, Imanol Pradales, abogó por establecer bases de consenso desde la corresponsabilidad de todos los agentes sociales y políticos para mejorar el marco del que goza la autonomía vasca y profundizar en su autogobierno. En el encuentro organizado por DEIA, Pradales apeló a partidos, patronal y sindicatos vascos a acudir a las mesas de negociación para consolidar los mecanismos de gobernanza propios y desarrollar el autogobierno más allá del cumplimiento del marco vigente.

A sindicatos y patronal vascos les encomendó acercarse al consenso en materia de salario mínimo y absentismo y, a los partidos, a superar la tentación de la superficialidad y profundizar en las medidas que garanticen el bienestar de la ciudadanía. Mientras el lehendakari reclamaba ese compromiso y defendía las medidas concretas de la revisión fiscal pactada por PNV y PSE en materia de accesibilidad de los jóvenes a la vivienda o exención de que las rentas de hasta 19.000 euros tributen por IRPF, EH Bildu optaba por enmendar a la totalidad la iniciativa con el argumento de que no es un cambio de rumbo en la política fiscal.

La misma que ha permitido el desarrollo del modelo de bienestar, el crecimiento y el empleo que otros formatos no han aportado y la participación de las instituciones en procesos de cooperación público-privada tan innovadores como la operación de Talgo. Es lógico que el partido independentista ejerza de oposición, pero el disfraz de disposición al diálogo para acabar bloqueando los acuerdos por no poder orientarlos hacia el dogma propio, siendo este socialmente minoritario, es un freno para el avance colectivo que ya se tradujo en desarmonización fiscal entre Territorios Históricos cuando Bildu gobernó Gipuzkoa.

También dejó Pradales un mensaje sobre la afectación de la política española en Euskadi: la aplicación de la condonación de deuda a las autonomías. Reclamó –y esto es aplicable en Nafarroa –que una medida que no beneficia en nada a las haciendas vascas –y está por evitar que las perjudique– se acompañe de una mayor posibilidad de endeudamiento de estas para no someter las necesidades de la ciudadnía vasca a la conveniencia del déficit general del Estado.