Londres, 6 mar (EFE).- Amnistía Internacional (AI) alertó hoy de la "preocupante tendencia global" de propagación de mensajes misóginos por parte de algunos líderes políticos y religiosos así como del aumento de políticas opresivas y sexistas.En un comunicado difundido en Londres con motivo del 8M, Día Internacional del la Mujer la organización alaba cómo millones de mujeres de todo el mundo plantan cara a los discursos y políticas que vulneran sus derechos.

AI critica la normalización de un discurso en defensa de los valores tradicionales y el interés de una determinada concepción de familia, algo que, según indica la plataforma, "impulsa una agenda que niega la igualdad como derecho de las mujeres". Defiende, asimismo, la necesidad de aplicar políticas específicas para abordar la violencia de género y el derecho de las féminas a decidir sobre su cuerpo y su salud sexual y reproductiva.

Según Ana Rebollar, directora adjunta de AI España, "preocupa que este tipo de discursos formen parte de las agendas políticas en lo que pareciera una estrategia global en contra de los derechos de las mujeres".Rebollar agrega en la nota que la respuesta de ellas "es más fuerte que nunca, el feminismo crece, y cada vez hay generaciones más jóvenes involucradas en esta lucha".

Mujeres asesinadas

AI recuerda que la violencia contra las mujeres es un tipo de agresión que solo sufren ellas por el hecho de serlo y es una lacra que existe en todos los países. Lamenta asimismo que algunos partidos políticos pretendan ocultar este tipo de violencia bajo un concepto amplio en el ámbito familiar que invisibiliza y niega la desigualdad estructural que está en la raíz de los ataques contra las féminas. En México, según resalta el comunicado, 10 mujeres son asesinadas cada día y el 90 por ciento de los casos de feminicidio en ese país quedan impunes.Uno de los principales caballos de batalla en diferentes partes del mundo es la educación en igualdad, en diversidad y sobre cómo combatir la violencia de género, según dice AI.

La plataforma denuncia el acoso que sufren activistas, políticas y defensoras de los derechos de las mujeres que continúan siendo objeto de agresión, amenazas, intimidación, criminalización u homicidio y remarca que esta presión no puede "minusvalorarse".Como ejemplo, recuerda que cuando países como Arabia Saudí quieren limpiar su imagen sobre vulneración de derechos humanos, lo hacen dando a conocer avances conquistados por mujeres, como el hecho de poder conducir, aunque mantienen presas a activistas como Loujain al-Hathloul, encarcelada por publicar un vídeo en el que conducía.