BBVA está llevando a cabo un proceso de revisión de las posibles sinergias de costes que podría alcanzar en los años que dure la condición impuesta por el Gobierno para aprobar la oferta pública de adquisición (OPA) sobre Sabadell, según ha admitido en un documento remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
"BBVA está revisando las sinergias de costes operativos y de financiación que se podrían materializar durante los primeros tres años (o eventualmente, cinco primeros años) como consecuencia de la toma de control de Banco Sabadell y aquellas que se podrían materializar una vez que la condición del Consejo de Ministros deje de estar en vigor y se pueda llevar a cabo la fusión", recoge el banco en un suplemento a su documento de registro universal.
BENEFICIOS AMENAZADOS
Mediante este suplemento, el banco actualiza los factores de riesgo a los que se enfrenta con carácter general, así como sus previsiones tanto de negocio como macroeconómicas en los mercados en los que opera.
En el caso de que la oferta finalmente se produzca, el banco ha admitido que "no puede asegurar" que se alcancen "algunos o todos" los beneficios esperados con la operación, incluidos la reducción de costes y las sinergias de financiación.
Cuando anunció la OPA, BBVA preveía 850 millones de euros en sinergias de costes: 450 millones por tecnología y administración, 300 millones por ahorro de personal y 100 millones por financiación.
En junio, el Consejo de Ministros decidió autorizar la OPA a condición de que ambos bancos mantenga una gestión y un balance independientes durante un periodo de tres años, extensible por dos más (hasta un total de cinco). En el documento, BBVA defiende que la toma de control de Banco Sabadell y su integración en BBVA "crea valor para los accionistas de ambas entidades", a pesar de que la condición del Consejo de Ministros retrasaría la implementación de las sinergias derivadas de la fusión.
En todo caso, BBVA ha subrayado su intención de intentar fusionar a Sabadell cuando la condición impuesta por el Gobierno expire, pasados esos tres o cinco años. El banco alerta que, en todo caso, la fusión tiene que ser autorizada por la persona que sea ministro o ministra de Economía en ese momento. De no lograr ese visto bueno "es posible que resultase más difícil integrar las operaciones de BBVA y Banco Sabadell, pudiendo derivar en un proceso de integración complejo con un mayor consumo de tiempo y recursos del inicialmente previsto".
Respecto a este punto, BBVA ha admitido que, en caso de que la fusión no se completara "por cualquier motivo", podría dar lugar a la imposibilidad de materializar "gran parte" de los beneficios esperados de la oferta, incluidos los ahorros de costes y otras eficiencias operativas.
En los últimos meses, el presidente de BBVA, Carlos Torres, ha venido defendiendo que el banco lograría conseguir la mayoría de las sinergias incluso aunque no se produjera la fusión.
Así lo hizo durante la junta general de accionistas del pasado marzo. "La operación sigue siendo atractiva en el escenario de no fusión. La mayor parte de la sinergia se conseguirían, ya que la mayoría provienen de tecnología, sistemas y otros gastos administrativos generales", afirmó Torres entonces.
RIESGOS
Por otro lado, el documento publicado este jueves por BBVA también aclara que la integración operativa de Sabadell, incluido su sistema informático, como consecuencia de la fusión "podría resultar especialmente difícil y compleja".
Asimismo, el banco enumera otra serie de riesgos, como integrar al personal, las operaciones, coordinar los centros corporativos, la retención de clientes, el mantenimiento de las relaciones comerciales, lograr ahorros de costes, encontrar contingencias inesperadas o verse involucrado en litigios relacionados con la OPA.
"La imposibilidad de liquidar la oferta podría afectar de forma negativa a la reputación de BBVA y generar reacciones adversas en inversores y clientes, así como afectar negativamente a la relación de BBVA con sus empleados y sus clientes", ha recalcado el banco.