Partiendo de la base de una lectura compartida por el conjunto de los agentes empresariales de Euskadi: el acuerdo arancelario con Estados Unidos es un mal menor que permite salvar los muebles en general pero que deja a algunos sectores a la intemperie, cara a cara frente a una tormenta de consecuencias imprevisibles, la Cámara de Comercio de Bilbao apuesta por analizar letra a letra el pacto firmado por la Unión Europea y sacar conclusiones. El objetivo final es “elaborar un plan de acción junto a los sectores afectados para minimizar su impacto y reforzar nuestra competitividad internacional”. 

La Cámara ya está avanzando en el diseño de esa respuesta de país, y en este momento analiza los detalles del acuerdo y valora el posible impacto que los aranceles puedan tener en los diferentes sectores y en la economía de Bizkaia. 

Por ello y con las firmas de Donald Trump y Ursula Von der Leyen aún frescas en el papel “es complicado hacer un análisis más técnico”, que será una de las bases de la hoja de ruta con la que las empresas y administraciones del territorio histórico darán respuesta a las tensiones generadas por la Administración del controvertido presidente republicano. Básicamente se trata de sortear el cerrojazo que ha impuesto el tercer destino del comercio exterior vizcaino, con casi 332 millones de euros exportados en los cinco primeros meses del año, el último ciclo contabilizado por el Instituto vasco de Estadística, Eustat. La situación es compleja y hay trabajo por delante para minimizar el impacto de los aranceles unilaterales del 15% a varios sectores estratégicos. 

“Desde la Cámara de Comercio de Bilbao manifestamos que, más allá de congratularnos por el mantenimiento de aspectos que hasta hace poco eran normales en las relaciones comerciales con Estados Unidos -como la seguridad jurídica y la certidumbre-, la valoración general del acuerdo es claramente negativa para algunos sectores”, indicaron ayer a DEIA desde esta administración, que vive muy pegada a la actividad de los exportadores de Bizkaia. 

Bajo ese prisma, Cámara Bilbao asegura que no puede considerar “positivo ningún acuerdo que perjudique a parte de nuestro tejido empresarial”. Así, afirma que “no resulta aceptable justificarlo bajo la lógica de que podía haber sido peor, ni interpretar como un éxito el hecho de que el impacto final sea menor del inicialmente anunciado. La amenaza en sí ya genera incertidumbre y distorsiones”.

Medida “unilateral”

Cabe recordar que el acuerdo firmado por la presidenta de la Comisión Europea admite que EE.UU. grave gran parte de las exportaciones europeas con un arancel del 15% sin que los estados miembros puedan aplicar el mismo incremento a los productos que importan sus empresas. 

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El combate tiene un ganador claro y en el caso de Bizkaia y el conjunto de Euskadi lo más preocupante es el impacto que pueda tener el incremento de los precios de exportación en sus dos principales socios comerciales, Francia y Alemania, más expuestos al mercado estadounidense. 

“La imposición de una visión unilateral del comercio internacional, como la que ha adoptado la Administración Trump, pone en riesgo los consensos que durante años se han construido en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, subrayaron fuentes de la Cámara. Por ello, “es el momento de conocer en profundidad todos los detalles del acuerdo y, sobre todo, de elaborar un plan de acción junto a los sectores afectados para minimizar su impacto y reforzar nuestra competitividad internacional”.