La cofradía de pescadores San Pedro de Bermeo recibió ayer las primeras partidas de bonito de la temporada 2025. El pesquero local Beti Begoñako Ama –faena mediante el empleo del sistema de curricán o cacea– descargó unos 6.000 kilos de atún blanco-bonito del norte procedente de las capturas realizadas durante las últimas semanas en aguas del Atlántico, al nordeste de las islas Azores. Los ejemplares de más de siete kilos –del orden de 1.600 kilos– se vendieron a unos 10 euros el kilo en lonja. La partida más importante correspondió a atunes de entre 4 y 7 kilos –unas 3,5 toneladas– cuya cotización se situó entre 8 y 9 euros. Por último, una pequeña partida de bonito joven, de menos de cuatro kilos, se vendió sobre 4,50 euros, mientras que unos pocos ejemplares de atún patudo alcanzaron una cotización de cinco euros. Las de ayer representan las primeras partidas de atún blanco descargadas este año en Bizkaia.

La campaña de pesca del atún blanco arrancó a finales del pasado mes de abril y representa más del 50% de los ingresos anuales de las embarcaciones de la flota de bajura que faenan mediante el empleo del sistema de curricán o cacea. La relevancia de esta pesquería es mayor, si cabe, este año tras los desastrosos resultados obtenidos en la campaña de verdel.

Así las cosas, la costera de bonito tampoco ha arrancado de manera satisfactoria para los arrantzales tras más de un mes de faena. “Nos hemos desplazado muchas millas al oeste, hasta el mismo corazón del Océano Atlántico, al nor-nordeste de las Islas Azores, pero hemos encontrado poco pescado”, relataba ayer el patrón de un pesquero bermeano.

Esperando en el Cantábrico

Ante la escasez de capturas en aguas del Atlántico, buena parte de la flota que participa en esta pesquería decidió poner rumbo al este para desplazarse al Golfo de Bizkaia con la esperanza de topar con los cardúmenes de bonito que llegan hasta las templadas aguas para alimentarse de anchoas, chicharros y demás pequeñas especies pelágicas que durante esta época del año abundan en esta aguas.

“Se trata de decisiones complicadas porque hay que navegar muchas millas de una zona a otra sin tener la certeza de que vayas a acertar y localizar bancos de bonito. Por ahora, no ha habido entradas importantes de cardúmenes pero confiamos en que se produzca durante los próximos días”, aseguraba uno de los patrones de las siete embarcaciones caceras que amarran durante estos días en los muelles del puerto de Bermeo.

“El hecho de que permanezcamos amarrados en puerto durante esta época del año –añadía– evidencia que no encontramos pescado”, sentenciaba el arrantzale bermeotarra.

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Las primeras descargas de bonito de la temporada se produjeron el pasado 12 de mayo cuando el pesquero bermeano Goienkale descargó poco más de 500 kilos en el puerto de Avilés tras 18 días de faena en aguas del Atlántico.

El grueso de la flota de bajura del Cantábrico –que utiliza cañas y cebo vivo– acaba de dar por finalizada la campaña de pesca de anchoa y se espera que en breve se incorpore a la pesquería de bonito. Las posibilidades de pesca de esta especie para este año ascienden a 26.000 toneladas. La flota vasca capturó más de 7.334 toneladas de bonito durante la costera del año pasado.