Euskadi está a la cabeza del absentismo laboral en el Estado, con un porcentaje de ocupados con baja que alcanzó en 2023 un índice del 5,8%, por encima de la media del Estado y de la Unión Europea. Esta circunstancia es más elevada dentro de los trabajadores de más de 55 años, los que pertenecen al sector público, las mujeres y los ocupados que disponen de contrato indefinido, según un estudio elaborado por el Instituto Vasco de Competitividad-Orkestra, y presentado hoy en una jornada organizada por Confebask para analizar este problema. La presidenta de la patronal vasca, Tamara Yagüe, reclamó “compromiso, colaboración y confianza” entre los agentes involucrados -empresas, sindicatos y sistema sanitario- para hallar “soluciones, no culpables”, mientras que los representantes de UGT y CC OO, que también tomaron parte en la cita celebrada en Bilbao, destacaron que se trata de un problema con distintas causas y que no guarda correlación con los índices de productividad y competitividad de las empresas vascas, que también se sitúan entre los más altos.

La importancia de la jornada viene marcada por ser la primera ocasión en la que los agentes sociales se congregaron alrededor de una mesa para discutir un problema tan sensible y “complejo” que, de hecho, no existe una definición concreta a la que ajustarse, puesto que algunos análisis recogen, de forma general, el volumen de ausencias al puesto de trabajo, mientras que los sindicatos argumentan que, dentro de ese conjunto, se incluyen de manera inadecuada períodos establecidos por convenio, como permisos, medidas de conciliación y otras medidas de flexibilización horaria. Así que el informe de Orkestra opta por referirse al absentismo laboral como la no presencia del trabajador a su puesto “y la falta de previsión de dicha ausencia por parte de la empresa, en el sentido de que no lo sabe anticipadamente”. En este aspecto, según el informe, la “gran mayoría” de estas ausencias se deben a la denominación Incapacidad Temporal (IT) por circunstancias comunes o profesionales. Con datos de 2023 procedentes de la EPA, Orkestra sitúa en el 5,8% el porcentaje de ocupados en Euskadi entre 20 y 64 años que se ausentaron del trabajo por IT el pasado año, un volumen superior a la media del Estado (4,1%) y de la Unión Europea (2,6%). 

Los sindicatos matizan el fenómeno y piden mejoras en Osakidetza

Los sindicatos UGT y CC OO, los únicos que habían aceptado la llamada de Confebask para analizar en el foro las causas y consecuencias de un fenómeno que exige una mirada profunda, quisieron matizar cualquier interpretación negativa que pudiera surgir del análisis de Orkestra. “No vamos a aceptar el término absentismo como ausencia deliberada, puesto que se están incluyendo ahí supuestos” -tales como permisos y medidas de conciliación- “que están dentro de la negociación colectiva, y no vamos a entrar en un escenario de recorte de derechos”, advirtió Loli García, secretaria general de CC OO Euskadi. “Es un problema, sí, pero ante todo es un problema de salud. También tenemos una población trabajadora cada vez mayor”, añadió, antes de destacar el “deterioro”, tanto en Atención Primaria como en especialistas, que a su juicio se da en Osakidetza. Por ello, reclamó medidas para mejorar el sistema público de salud, además de pedir más inversión en prevención de riesgos laborales y “codecisión” en la actuación de las mutuas. Por su parte, Raúl Arza, secretario general de UGT Euskadi, señaló que “no es cierto que el trabajador se coge una baja;hay un profesional médico que lo decide” y remarcó que las altas tasas de IT que se dan en Euskadi “no se corresponden con los niveles de productividad laboral, donde los trabajadores vascos son líderes”. Además, Arza aprovechó el foro para denunciar el problema de la siniestralidad laboral.

Alrededor de 200 delegados de las centrales LAB, ESK, STEILAS, EHNE e HIRU tomaron parte en una protesta en el exterior del hotel en el que se desarrolló el foro, subrayando que la jornada pretendían “reforzar” un discurso sobre el absentismo por el cual “las y los trabajadores cogemos bajas porque somos unos vagos y nos aprovechamos de otro tipo de permisos porque no queremos trabajar”. “El mensaje de la patronal es una campaña de fake news. Las empresas saben que garantizando la prevención, con la creación de puestos salubres, el número de bajas bajaría de forma notable”, expusieron en una nota en la que indicaron que “no hay problemas de fraude con las bajas, sino una patronal que no respeta la normativa de salud laboral”.

El documento de Orkestra revela también que el impacto de la IT en la Seguridad Social en 2023 alcanzó en la CAV los 688 euros por trabajador, por encima de la media estatal (531). Además, para la empresa fue de 582 euros (460 en la media del Estado). En ambos casos, Euskadi encabezó la lista por comunidades. Los sectores en los que se registraron un porcentaje mayor de ausencias fueron transporte y almacenamiento, actividades administrativas, sanitarias e industria manufacturera, siendo los porcentajes más elevados también dentro de los colectivos con ocupaciones elementales, además de operadores y montadores. En cualquier caso, desde Orkestra indicaron que alrededor de este fenómeno operan “múltiples factores que interactúan entre ellos”, por lo que “no es fácil” sacar conclusiones

La presidenta de Confebask , Tamara Yagüe, destacó que el absentismo implica “un desafío” para las empresas, ya que “genera un aumento de los costes, disminuye la productividad y afecta negativamente al clima laboral”, por lo que pidió soluciones “consensuadas” entre todos. Por su parte, el consejero de Industria, Mikel Torres, que cerró la jornada, pidió no “meter en un mismo saco” conceptos como licencias y conciliación con las ITs y reclamó una atención “rápida y eficaz” tanto de Osakidetza como de las mutuas y un “propósito positivo” del trabajador para incorporarse a su puesto de trabajo.

Incidencia de la salud mental

Uno de los factores que apareció en varias ocasiones a la hora de mencionar el aumento de los procesos de IT fue el de la salud mental. Desde el final de la pandemia, según el estudio de Orkestra, la percepción de los trabajadores vascos sobre su propia salud en cuestiones psicológicas ha empeorado, lo que ha hecho que crezcan las bajas por estos motivos. El delegado del departamento de Salud del Gobierno vasco en Gipuzkoa, Ramón Aranbarri, señaló que el problema de la IT es “multifactorial”, pero lamentó asimismo la “medicalización” de “problemas de la vida diaria”, mientras que Raúl Arza, de UGT, reclamó más presencia de profesionales de salud mental en Osakidetza.