Una buena noticia para el bolsillo de los consumidores. Los carburantes siguen su tendencia a la baja y vuelven a niveles de hace dos años con la derivada que ello conlleva, no solo a la hora de repostar la gasolina o diésel de nuestros vehículos como de la incidencia directa en el precio de los alimentos. Y esa tendencia a la baja, la novena consecutiva, se produce pese a que lo países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) hayan recortado su producción en 810.000 barriles diarios.

El contexto de esta bajada tiene también otro enfoque y no es precisamente tan positivo. El pasado jueves, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó a la baja su previsión sobre la demanda global de petróleo para este año, que va a experimentar una muy marcada desaceleración en su crecimiento, y eso esencialmente por China, que hasta el pasado mes de julio llevaba cuatro meses consecutivos consumos a la baja.

En su informe mensual sobre el mercado del petróleo, la AIE estima que esa demanda global aumentará en 900.000 barriles diarios en 2024 hasta 102,99 millones, cuando hace un mes calculaba que serían 970.000.

Sus proyecciones para 2025 se mantienen igual, con una progresión de 950.000 hasta 103,94 millones de barriles diarios. Sobre todo, hay que ver la fuerte ralentización dado que el ascenso había sido de 2,1 millones de barriles diarios en 2023.

El principal vector de esa desaceleración es China, donde el consumo en julio se redujo en 280.000 barriles respecto al mismo mes del pasado año, y eso ocurre ya por cuarto mes consecutivo.

La demanda, cada vez más escasa

Es un contraste evidente con la tendencia de los doce meses precedentes, en los que el ritmo de subida era de un millón de barriles diarios, y más todavía con el ritmo en 2023, de 1,5 millones. Para el conjunto de 2024, los expertos de la AIE creen ahora que el gigante asiático elevará su demanda en sólo 180.000 barriles diarios respecto a 2023 por dos razones principales, la ralentización económica y la sustitución en marcha de los derivados del petróleo como combustible en el tráfico rodado por la explosión de los vehículos eléctricos. Fuera de China, la demanda es anémica en el mundo desarrollado donde este año se quedará casi dos millones de barriles diarios por debajo del nivel que tenía antes de la pandemia.

Control del mercado

En Estados Unidos, que es el primer consumidor de petróleo en el mundo, el uso de gasolina ha bajado en cinco de los seis primeros meses del año. A la vista de todos esos elementos, se refuerzan en sus expectativas de que el consumo de petróleo en el mundo tocará techo a finales de esta década.

Quizá por eso a la OPEP+ se le está escapando el control del mercado ya que la progresión de la aportación de los países que no forman parte del cártel que forma la Organización de Países Exportadores de Petróleo con sus socios (y en particular Rusia) es superior al aumento de la demanda global.

En concreto, este año los productores que no pertenecen al bloque OPEP+ sacarán al mercado 1,5 millones de barriles diarios más que en 2023. Dando por descontado que la estrategia de contención de la OPEP+ y sus recortes voluntarios supondrá una disminución de sus extracciones de 810.000 barriles diarios, la producción mundial en ese caso subirá en 660.000 barriles diarios a un récord de 102,9 millones.

Para tratar de detener la fuerte caída del precio del barril de crudo (ha pasado de 82 dólares a comienzos de agosto para el Brent por debajo de los 70 dólares), Arabia Saudí y sus aliados han anunciado que aplazan dos meses el fin de los recortes voluntarios de producción. Una forma de darse tiempo para observar una demanda que se enfría.

Los precios

Gasolina

1,530 euros el litro. El precio medio del litro de gasolina ha descendido en la última semana, en su novena caída consecutiva, un 1,35%, para retroceder hasta los 1,530 euros, su nivel más bajo desde principios de 2022, cuando se vendía ligeramente por debajo de este precio. Llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina tiene un coste de unos 84,15 euros, unos 11,55 euros menos que el año pasado.

Diésel

1,406 euros el litro. El precio medio del litro se sitúa en los 1,406 euros, al bajar un 1,26% con respecto a los 1,424 euros de la semana anterior, para encadenar su octava bajada seguida y marcar su nivel más bajo desde mediados de 2023. Llenar un depósito medio (55 litros) cuesta unos 77,33 euros, 12,32 euros menos que en septiembre de 2023.