El primer ministro francés, Gabriel Attal, aseguró ayer domingo que pondrá en marcha “nuevas medidas” para contrarrestar lo que considera una “competencia desleal” por parte de los agricultores extranjeros que venden sus productos en Francia, entre ellos España e Italia. “No es normal que haya países vecinos que usan ciertos productos (fitosanitarios) que vosotros no podéis usar y ellos sí”, dijo Attal, durante su visita a una explotación agrícola en Indre-Loire, noroeste del país. Las declaraciones se produjeron después de que ayer domingo se recobrara la normalidad de circulación de mercancías entre España y Francia, con numerosos bloqueos contra empresas comercializadoras del Estado.

El jefe de Gobierno galo mencionó que al menos 40 % de las frutas y verduras se importan (sobre todo de España e Italia) por el freno productivo que supone para Francia ciertas reglas medioambientales adoptadas en su legislación y aseveró que propondrá a sus socios comunitarios “más medidas” para blindar la soberanía alimentaria francesa. Las declaraciones de Attal, que integra un gobierno considerado pro-UE, llaman la atención, pues, –a falta de que se perfilan esas nuevas medidas– podrían poner en cuestión el propio funcionamiento del mercado único del bloque comunitario.

No obstante, en una entrevista al canal BFMTV, el ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, descartó “un cierre de fronteras” para productos españoles o italianos como pide la ultraderecha, porque sería contraproducente para la propia industria agrícola francesa si los países vecinos hacen lo propio. Muchos de los manifestantes se han quejado de la entrada de productos agrícolas llegados especialmente de España, pues consideran que representan una competencia desleal por su bajo precio y que sus estándares medioambientales son peores que los franceses.

Los acuerdos de libre comercio entre la UE y otras regiones del mundo están bajo el punto de mira de los agricultores y ganaderos galos. El sector achaca que estos pactos son negativos para sus intereses, pues dejan entrar en Francia productos a precio mucho más bajo, como dicen que sucede con los de Brasil o Ucrania, que son dos potencias agrícolas en la exportación de cereales y de carnes (como el pollo).

MERCOSUR

Uno de los acuerdos más criticados ha sido el de la UE-Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) que debe ser ratificado por los 27 Estados miembros de la UE tras el pacto político de 2019, que tardó más de 20 años en alcanzarse. El Ejecutivo se ha mostrado especialmente cauto a la hora de enviar efectivos policiales para disipar las protestas, que juzga pacíficas aunque se bloqueen infraestructuras públicas. Se han registrado esporádicos episodios de violencia, como la quema de la fachada de la delegación del Gobierno en la ciudad de Agen el pasado miércoles. El viernes otros dos edificios públicos resultaron calcinados en Narbona y Nimes.

CUMBRE EUROPEA

MACRON PEDIRÁ SIMPLIFICAR LA PAC

llNegociaciones comerciales con Europa. El presidente francés, Emmanuel Macron, pedirá en la cumbre de la Unión Europea del próximo 1 de febrero una nueva derogación de la obligación de dejar un 4% de la tierra en barbecho, y simplificar la PAC, dentro de las medidas para tratar de aplacar las protestas de sus agricultores. Por su parte, Attal anunció que Francia continuará exigiendo en las negociaciones comerciales de la UE las llamadas ‘cláusulas espejo’, es decir que los otros bloques económicos que busquen un acuerdo con Europa tendrán que asumir sus reglas sanitarias, medioambientales y sociales para poder exportar a los Veintisiete sus productos.