El “boom” del autoconsumo se mantendrá durante este año pese al respiro que ha dado el mercado eléctrico en los últimos meses, lo que permitirá añadir alrededor de 2.500 megavatios (MW) de nueva potencia instalada, una cifra elevada pero inferior a la del año anterior.

Según ha explicado a EFE el presidente de Autoconsumo de APPA Renovables, Jon Macías, el interés del consumidor se mantiene aunque existe “menos urgencia”, lo que puede provocar una pequeña ralentización, especialmente en el sector doméstico, después de un 2022 récord en el que prácticamente se duplicó la capacidad total instalada. Para este año, las previsiones pasan por incorporar cerca de 2.500 MW de potencia, lo que representa la segunda cifra anual más alta de la historia, solo por detrás de los 2.649 MW instalados en 2022, según los datos de APPA Renovables.

Detrás de este leve parón se encuentran, según Macías, dos factores: la caída del precio de la luz en los últimos meses, cuya escalada tras la invasión rusa de Ucrania impulsó el autoconsumo, y la subida de los tipos de interés, que ha lastrado la capacidad de inversión de los consumidores.

La previsión de que en 2023 se instalen menos megavatios que el año anterior indica, según Macías, que el sector se está “estabilizando y profesionalizando”, y en ningún momento pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos recogidos en la Hoja de Ruta del Autoconsumo. El escenario más optimista recogido en este plan suponía alcanzar los 14 gigavatios (GW) en 2030, una cifra que Macías da por hecho que se logrará superar con el ritmo actual.

Según los cálculos del sector, teniendo en cuenta que 2022 se cerró con 5,2 GW de potencia instalada y contando con la incorporación de 2 GW más por año, la meta de 14 GW se superará en 2027, tres años antes de la fecha límite recogida en el plan estatal. Por ello, Macías ve necesario revisar al alza los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) en el caso de aquellas tecnologías más “verdes” complementarias al autoconsumo.